Alejandro González Dale, el hombre que logró el consenso en Falabella
El histórico ejecutivo de la compañía había asumido el cargo de manera interina el pasado 1 de enero. Su designación fue precedida de un largo y complejo proceso de búsqueda de candidatos, que detalla Señal DF.
- T+
- T-
Coincidentemente, en la actualidad los dos mayores retailers chilenos, Falabella y Cencosud, tienen en sus respectivas cabezas ejecutivas a CEO venidos del mundo de las finanzas. En Cencosud asumió el 1 de marzo Rodrigo Larraín Kaplan, su exCFO entre 2015 y 2018. Y en Falabella el 1 de enero lo hizo Alejandro González Dale, su CFO por 17 años y hasta este viernes, cumpliendo un doble rol, porque pasadas las 18 horas se conoció el hecho esencial que lo confirmó como el CEO -sin apellidos- de Falabella.
González Dale asumió un interinato, luego de que el año pasado renunciara Gastón Bottazzini, en medio de un magro período por el que ha transitado este gigante del retail tras la pandemia, derivado de un cóctel de problemas. Diferencias en el anterior directorio y débiles resultados, un escenario económico que se dio vuelta desde la bonanza en las ventas, a la inflación y el sobrestock en inventarios, mezclado con un extravío en la estrategia digital. En medio de estas complicaciones financieras y comerciales hubo un profundo cambio en el gobierno corporativo de Falabella, que hoy lidera Enrique Ostalé.
Cuando asumió este interinato, el nombre de Alejandro González Dale no estuvo en cuestión para este período de transición, dado que por protocolo interno en Falabella -y ocurre también como estándar en otras grandes compañías- ante cualquier ausencia del CEO, es el CFO el relevo en la línea de mando. Y ya en ese momento se auguraba que sería por un período no precisamente breve, pues en medio de los convulsos momentos que había vivido el directorio, se esperaba que esta mesa se tomara su tiempo en definir, con visiones distintas y falta de acuerdos.
Pese a todas estas dificultades, el proceso de búsqueda siguió avanzando, con sentido de urgencia. Este viernes en un directorio extraordinario, citado con 24 horas de anticipación, se puso fin a la incógnita.
"Esta designación la asumo con el entusiasmo y la responsabilidad de afianzar el liderazgo de Falabella en la región, enfocados en fortalecer la experiencia omnicanal de nuestros clientes y aumentar la rentabilidad de la compañía", fueron las primeras declaraciones de González Dale como nuevo CEO.
Cómo fue la búsqueda
Si al inicio del proceso se daba casi por descontado que la compañía buscaba otro perfil, alguien externo, incluso alguien internacional, de una decena de nombres iniciales surgidos entre el head hunter Egon Zehnder y priorizados por el comité de búsqueda integrado por Alfredo Moreno, Enrique Ostalé y Carlo Solari, la lista se redujo a unos cinco.
Por ejemplo, en la lista figuró Jaime Soler, quien fue contactado por la consultora, pero la exmano derecha de Horst Paulmann declinó seguir adelante en el proceso. También hubo dos candidatos sudamericanos, quienes se retiraron, luego de tomar nota de un directorio con divisiones. Y también una opción informal que salió al ruedo fue la de Enrique Ostalé, la que rápidamente fue reconsiderada por un sinfín de situaciones, desde su propia etapa vital -ya dio por superado su rol ejecutivo full time, tras Walmart-, y quién lo sucedería en el directorio, habiendo empujado por un mejor ambiente en esta mesa.
Así las cosas, de la lista corta que hubo sobre la mesa, la opción más cercana era la continuidad de Alejandro González Dale.
Al interior de Falabella -coinciden numerosos testigos consultados para este artículo-, se viven aguas mucho más calmas, tras los resultados obtenidos en 2023, que mostraron no solo una utilidad, sino que cambios a nivel de margen Ebitda y capacidad de la firma para generar flujo. Si se mide en valorización, Falabella tiene un valor en bolsa de US$ 6.553 millones, mil millones más que hace un año.
Con menos estrés -proporcional a la mejoría en resultados- en el directorio se transitó hacia un genuino mejor ambiente, y el efecto concreto es que distintas ramas quedaron gratamente sorprendidas y contentas con la conducción de González Dale.
Esa nueva realidad fue desechando la opción de trasladar a un ejecutivo internacional.
Del “Plan Valcarce” a Falabella
De ascendencia británica, con inglés nativo, exalumno del colegio Saint Gabriel's e ingeniero comercial de la Universidad de Chile (ver recuadro), González Dale llegó a Falabella como CFO el 6 de noviembre de 2006, reclutado por Juan Benavides, el CEO de ese entonces, cuando Juan Cúneo estaba en la vicepresidencia y Reinaldo Solari presidía la mesa.
Antes había trabajado en el grupo Enersis, coincidiendo en esa época con altos ejecutivos, como Héctor López, Alfredo Ergas, Manuel Irarrázaval y Mario Valcarce -este último ocupó diversas posiciones allí, como CFO de Endesa Chile, similar cargo en Enersis, y luego como gerente general del holding energético-.
Esos años fueron un período arduo para este equipo, pues tuvieron que enfrentar un proceso de reestructuración de deuda en el grupo eléctrico, ya que en la época de Endesa España al mando de este conglomerado, Enersis y Endesa Chile tenían alta deuda de corto plazo, lo que se vio agravado por la crisis que se desató en Argentina, en 2001-2002, que trajo devaluación y el término de la paridad peso-dólar. Esa pesificación afectó al grupo eléctrico y este equipo ejecutivo del que González Dale era parte -tuvo varios cargos en el área finanzas hasta llegar a ser el director financiero de Endesa Chile-, emprendió lo que se conoció como el “Plan Valcarce”, reestructurando deuda y vendiendo activos.
Ahora y en este período al mando de Falabella, a González Dale se le atribuye la disciplina en reducción de gasto, en el cuidado de la caja y además su liderazgo sobre los cuadros ejecutivos, no por cargo, sino por años de trabajo conjunto. “Lo conocen todos los accionistas, los bancos, los proveedores, los ejecutivos”, grafica un entendido.
Otro recalca que tiene una historia larga con Falabella. “La conoce para adelante y para atrás. Y, en general, es normal que los gerentes de finanzas pasen a ser gerentes generales cuando hay dificultades, cuando hay que lidiar con desafíos. Probablemente cuando una compañía está estabilizada y está en bonanza requiere a alguien más comercial, que su core sea ventas, clientes. Pero si se requiere foco en costos, procesos, deuda, venta de activos, probablemente es mejor un financiero”, dice este cercano.
Justamente en esta materia, mantiene una muy fluida relación con sus contrapartes, sobre todo en momentos en que la firma está embarcada en su plan de monetización de algunos activos.
En el negocio digital, entre febrero y marzo realizó la ejecución de cambios significativos. Entre ellos, apagar Linio en México; volver al color verde del sitio de Falabella.com y, que Sodimac y Tottus profundicen su propuesta especialista. Y a nivel de management, unificar progresivamente los equipos de Falabella.com y retail.
Falabella.com vuelve al verde para imagen corporativa y sitio web sumará acceso directo a Sodimac y Tottus
En definitiva, en coordinación con el directorio, volver a las ventajas competitivas e íconos históricos de Falabella, incluidos el color verde, y el foco en las mujeres y la moda.
Por supuesto que la performance alcanzada por el retailer en 2023 no puede atribuirse únicamente a la gestión de González Dale, ya que -enfatiza un actor- Gaston Bottazzini estuvo full imbuido en su cargo. Es decir, el cierre del año en parte le es también un resultado propio y, por ende, del trabajo previo que se hizo con el anterior presidente Carlo Solari, quien lidió con el período más complejo de que se tenga registro, la pandemia y pos pandemia, y ahora se ven los efectos de una normalización que tarde o temprano iba a suceder, como por ejemplo, la baja en inventarios. “Los cambios son procesos”, dice otro testigo.
Con González Dale como el ungido, Falabella está siguiendo su propia historia, pues a pesar de siempre haber hecho procesos formales de búsqueda e incluir candidatos externos en ellos, en el pasado la opción que primó vino de sus huestes internas. Así ocurrió con José Concha (1995-2000); Pablo Turner (2000 -2004); Juan Benavides (2004-2012); Sandro Solari (2012-2018) y Bottazzini (2018-2023), en ciclos gerenciales que, salvo en el caso de Benavides -que fue el más largo-, duraron unos cinco años.
Desafíos
La asunción de Alejandro González como CEO de Falabella es vista como un mensaje de tranquilidad al mercado dado su perfil altamente financiero. Así lo ven dos altos ejecutivos de la industria del retail, que piden reserva.
“Alejandro no es un tipo que se va a meter en el retail. No es un animal del retail, pero va a ordenar lo que le toque ordenar y eso va a ser un mensaje de tranquilidad para el mercado”, dice uno de los ejecutivos consultados.
Por lo pronto, una de las principales tareas que deberá asumir el nuevo CEO, es la concreción del plan de venta de activos por entre US$ 800 millones y US$ 1.000 millones, estrategia que anunció la compañía durante el año pasado para responder al mercado, que estaba inquieto por un nivel de deuda financiera sobre Ebitda que llegó a razones de 8,6x; pero a fin de 2023 bajó a 6,5x.
El cronograma de venta de activos de Falabella considera, en el ámbito inmobiliario y en órdenes de magnitud, unos US$ 250 millones por Open Plaza Kennedy (que sería comprado por Parque Arauco) y unos US$ 600 millones por una operación combinada en Perú: traspasar 11 malls de Open Plaza a Mallplaza en el vecino país y, a su vez cambiar la estructura de propiedad de esta compañía, de modo que quede 100% en Mallplaza (Chile), donde Falabella tiene otros socios.
En el mercado, hay coincidencia en que el principal foco de González será seguir impulsando el plan de transformación en el que la firma se embarcó durante 2023, con miras a seguir mejorando la rentabilidad y fortalecer el balance.
En paralelo, el ejecutivo deberá profundizar el trabajo de potenciar el negocio de marketplace, lo que es una prioridad en la estrategia físico-digital de Falabella.
No menos importante será también recuperar el grado de inversión de la compañía, perdido hacia fines del año pasado. El compromiso de la firma, según anunció en ese momento, es fortalecer su situación financiera en el menor tiempo posible, lo que debería traducirse en una vuelta a investment grade.
El ejecutivo, músico y deportista
“Él puede jugar un rol fundamental en el momento que vive Falabella por sus características personales”, dice Mario Valcarce, empresario, expresidente de Endesa Chile y director de empresas, quien es considerado como uno de los mentores de Alejandro González.
El nuevo CEO de Falabella es el segundo de cuatro hermanos y tras su educación secundaria en el colegio Saint Gabriel’s, estudió ingeniería comercial en la Universidad de Chile, donde fue compañero de curso de Jaime Soler, el exCEO de Cencosud; Jaime Martí, socio y CEO de Compass Group Holdings, y de Jorge Selaive, economista jefe de Scotiabank. Luego, partió a un MBA en la UCLA, plantel en el que fue reconocido con un premio de Excelencia en Finanzas, y también se perfeccionó con un programa en la Universidad de Stanford.
Ciudadano británico -su mamá nació en Liverpool- González enviudó a fines del año pasado con tres hijos, dos hombres y una mujer. Es descrito por sus cercanos como una persona alegre, sociable, que en las reuniones suele poner la nota de distensión. Por lo mismo, testigos de su trabajo dicen que es un ejecutivo atípico, en el sentido de que junto con su rol financiero -de llevar y mantener lazos y relaciones con las contrapartes externas del área financiera-, es a la vez muy cercano al resto del equipo, con mucha calle y que tiene capacidad de articular.
“A parte de su gran capacidad profesional, es una persona que tiene una sensibilidad y una empatía notable. Sabe formar equipos y, además, tiene una calidez personal especial, porque además tiene un muy buen sentido del humor, tiene sensibilidad musical, y se encariña con su gente; es un ejecutivo completo”, destaca Mario Valcarce.
De hecho, el ejecutivo es cantante. Tiene una banda amateur, con la que tocan rock inglés y rock en general, incluso ya a nivel independiente de la academia School of Rock, de la que fue parte hasta hace unos cinco años (en la sede de Los Dominicos).
Le gusta el fútbol y es fanático de la “U”; también es de trotar y más recientemente jugar pádel. Fue director del Prince of Wales Country Club. Y de esa sangre y herencia británica familiar se desprende otra afición: es reconocido como un amante del buen whisky -tiene un bar donde el whisky predomina, dicen testigos-, en el sentido de que su gusto por este licor es casi intelectual, pues sabe de su historia, destilación y procesos, refieren cercanos, en específico del single malt (el whisky puro de malta).