Poco a poco se van sumando las consecuencias de las políticas adoptadas por Donald Trump. Entre ellas, la corrección a la baja de las expectativas de crecimiento. La próxima semana escucharemos a economistas, banqueros centrales y funcionarios reunidos en Washington ofrecer su análisis sobre cómo la guerra comercial lanzada por la Casa Blanca impactaría a la economía global.
Las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial se realizarán entre el lunes 21 y el sábado 26 de abril, con la publicación del actualizado Panorama Económico Mundial como uno de los eventos principales. Será el primer informe desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y desde el anuncio de su política arancelaria.
Puede que el análisis sea limitado debido a la falta de definiciones respecto de cuál será el nivel final de los aranceles, considerando las negociaciones en curso. Pero no resta interés al documento, especialmente para observar el lenguaje que el organismo internacional utiliza para referirse a la nueva política comercial de Estados Unidos.
De forma más concreta, el Libro Beige de la Fed (miércoles 23) ofrecerá un análisis más completo del impacto que la incertidumbre política ya está generando entre las empresas estadounidenses. En su edición de marzo, que ya recogía la repercusión de los anuncios mas no de medidas ya aplicadas, la Reserva Federal registraba que las empresas “esperaban que los posibles aranceles las llevaran a subir sus precios”, y algunas, incluso, ya los habían elevado a modo de prevención.
Junto al crecimiento, las manufacturas serán el otro gran tema de la semana. Después de todo, los aranceles –o así lo justifica Trump- tienen como fin presionar para que las empresas trasladen su producción a Estados Unidos. Cualquier señal de repunte en la actividad manufacturera podría ser adoptada por la Casa Blanca como una confirmación de que su estrategia estás funcionando.
Una de las mediciones que llegarán la próxima semana es la primera estimación del índice PMI de manufacturas para abril (miércoles 23). Se trata de la medición realizada por S&P Global y llegará acompañada del índice no manufacturero y global de la actividad. No solo para EEUU, también recibiremos las mediciones para Japón, Reino Unido y la Unión Europea.
El índice estadounidense se unió a la contracción global de manufacturas en octubre pasado, desde entonces ha caído a su menor nivel desde fines de 2023. Aunque no se espera que avance a territorio de expansión (sobre 50), analistas proyectan un alza para la actividad manufacturera en abril.
Usando términos preferidos por la Fed, en un dato más “duro”, el reporte de órdenes de bienes durables (jueves 24) ofrecerá una visión más clara de la industria manufacturera. El informe corresponderá a marzo y, tras alzas por encima de lo previsto en enero y febrero, analistas esperan ver una contracción.
Ya en febrero, las órdenes de bienes de capital no destinados a la defensa, un indicador muy utilizado para conocer los planes de gasto de las empresas, cayeron un 0,3%. Se trató de la primera baja en cuatro meses. Un comportamiento que se atribuyó a la incertidumbre en torno a los aranceles.
Dos de las siete
Pero si hay una empresa que está sintiendo el impacto del aumento del riesgo político es Tesla. La empresa de Elon Musk inaugura el martes 22 de abril la temporada de resultados para las grandes tecnológicas, seguida por Alphabet, matriz de Google, el jueves 24.
Contrario a Alphabet, que llega a la presentación de resultados con buenas perspectivas, Tesla lo hace tras reportar su peor trimestre de ventas en tres años.
Las acciones de Tesla acumulan una caída de casi 33% en lo que va del año, a pesar de un repunte en las últimas semanas. Entre enero y marzo, la compañía vendió 13% menos unidades que el año pasado. El descenso se explicó por el retiro de circulación de casi todos los Cybertruck, ordenada por la National Highway Traffic Safety Administration; y el creciente rechazo a la actuación de Musk al frente de la Oficina de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Los autos y concesionarios de Tesla han sido objeto de vandalismo dentro y fuera de Estados Unidos, en rechazo al rol de Musk en los despidos masivos de funcionarios públicos de ese país y otras declaraciones, como su fallida compra de votos a favor de un juez conservador en Wisconsin.
Este contexto hace que los comentarios de Musk y de otros ejecutivos de Tesla en su conferencia con inversionistas sean tan o más importantes que las cifras a reportar. Puede que algunos analistas estén interesados en los avances del lanzamiento de vehículos a menor precio o de los robotaxis; personalmente me interesa saber cuál es la postura del directorio y plana ejecutiva ante el impacto negativo de las actividades políticas de su CEO.
Matthias Schmidt, fundador de Schmidt Automotive Research, es el analista que se ha atrevido a decir públicamente lo que muchos inversionistas de Tesla están pensando: “Un nuevo CEO sería lo mejor que le podría pasar a esta empresa”. Según Schmidt, su actividad política ha convertido a Musk en un pasivo para Tesla.
Como si fuera poco, Tesla enfrenta el impacto de la guerra comercial. China es su segundo mercado, y desde la semana pasada sus autos están sujetos a un arancel de 125%. La medida fue parte de las represalias de Beijing ante el alza de aranceles a los productos chinos ordenada por Donald Trump, quien hasta hace poco parecía ser el mejor amigo de Musk… Ahora quizás no tanto.
Vale seguir de cerca...
Cifras locales
El Banco Central publica las cuentas nacionales del cuarto trimestre por sector institucional (lunes 21) y el PIB por regiones (miércoles 23). También se publicarán cifras del sistema financiero y la Encuesta de Operadores Financieros (jueves 24).
Señales de confianza
En Alemania, el influyente Instituto Ifo publica el índice de confianza empresarial y se espera un fuerte repunte tras el cambio de gobierno (jueves 24). El mismo día, el tesoro inglés pone a prueba la fe del mercado en sus planes fiscales con una colocación de deuda a 20 años.
Actividad en México
Presionada por la desaceleración de la economía, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, pidió a la banca bajar las tasas. Analistas proyectan que las cifras de ventas de retail (miércoles 23) y actividad económica (viernes 25) de febrero confirmen la desaceleración.