La crisis de deuda soberana en Europa ha seguido en muchos aspectos un patrón similar al default de deuda de Argentina, en 2001. Y las semejanzas comienzan a resultar alarmantes, a medida que en España surgen versiones sobre un “corralito” en la banca, similar al que aplicó Argentina después del impago.
Según denuncias de la Asociación de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) reproducidas por la agencia Europa Press, varias entidades financieras están haciendo una interpretación “interesada” de un instructivo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco de España, para negarse a procesar las órdenes de venta de las participaciones preferentes hasta el 31 de diciembre.
Las participaciones preferentes son un tipo de deuda híbrido altamente polémicas, porque tienen un carácter perpetuo, es decir, que no tienen fecha de amortización o devolución. Muchos bancos y cajas comercializaron en masa estos productos entre 2008 y 2009 para mejorar su ratio de solvencia.
Según Adicae, estos productos fueron vendidos de manera “irregular” porque no se tomó en consideración el perfil del inversionista y como si se tratara de inversiones a plazo fijo cuando en realidad se trata de “deuda perpetua”.
Estimaciones reproducidas por el periódico local Expansión sugieren que los inversionistas españoles tienen alrededor de 12 mil millones de euros (US$ 15.991 millones) atrapados en estos instrumentos. Fuentes del sector dijeron a ese medio que unos 480 mil ahorristas podrían verse perjudicados por esta situación.
Según el comunicado de Adicae citado por la agencia, los bancos “están intentando hacer creer” a sus clientes que podrán vender sus participaciones a partir de comienzos de enero, pero según el gremio, esto sería sólo un pretexto para contener los rescates de los fondos para tener una mejor oportunidad de cuadrar sus balances.
Adicae apunta sus dardos contra BBVA, La Caixa y, eventualmente, Catalunya Caixa, como las entidades que están recurriendo a esta práctica.
Boicot contra Santander
En otro ámbito, pero reflejando también la creciente turbulencia en el sector de la banca española, Financial Times informó ayer en su versión digital que varios inversionistas institucionales han amenazado con dejar de comprar los bonos emitidos por Banco Santander, después que la entidad les ofreciera la semana pasada un canje de títulos que consideraron como abusivo.
Hasta ahora, sólo 23,8% de los bonistas han aceptado la oferta.