Ya han pasado casi dos semanas desde que se congregaron casi un millón de personas a lo largo del país en la marcha dirigida por el movimiento No + AFP. Momento que José Antonio Guzmán vivió fuera del país, pero desde donde no dejó de monitorear lo que ocurre con la discusión en torno a la materia.
Sin embargo, a diferencia de lo que podrían pensar muchos el ex presidente de AFP Habitat es optimista de que esto haya sucedido. “Más allá del hecho de que haya surgido de la marcha No + AFP, yo me alegro de que se ponga de una vez el tema arriba de la mesa, en forma seria y definitiva”, asegura.
Al momento de analizar las motivaciones de las personas que concurrieron a la marcha, las divide en seis grupos, por una parte quienes reclaman por las bajas pensiones que reciben o estiman que van a recibir, los que consideran que las comisiones del sistema son muy altas, también los que reclaman por las pensiones “escandalosas” de Gendarmería, los que se oponen conceptualmente al ahorro previsional en una cuenta individual, los que anhelan volver al sistema de reparto, y el más relevante a su juicio, el que “marcha por desconocimiento y prejuicio, que es la gran mayoría de la gente”.
-¿Qué espera que ocurra tras la instalación del tema en la agenda?
-Me parece bien que de una vez por todas se resuelva y que no sigamos chuteando el problema para futuras administraciones.
Me gustaría que los políticos se involucren de verdad sin rehuirle al debate ni sacando slogans, porque es indispensable que haya una comprensión y análisis serio. Este tema no es chacota, no se puede resolver en la calle, tiene que hacerse de forma seria y para eso los políticos tienen que partir por participar, involucrarse y definirse.
-¿Cómo se solucionan las bajas pensiones?
-En el caso de las pensiones solidarias, que son bajas, su incremento depende exclusivamente de una decisión política. En una realidad de recursos escasos, que son los que hay habitualmente en el país el gobierno tiene que definirse. Para mí, sin duda, tiene mucho más prioridad la pensión solidaria que la gratuidad universal universitaria.
- ¿Y en el sistema de capitalización?
- En esto hay una cosa que siempre me da vuelta, porque por mis años en AFP Habitat, me encontré con muchos casos de personas que habiendo cotizado regularmente obtenían la pensión que esperaban. Entonces, el tema de que todas las pensiones son insuficientes no es efectivo.
Pero sí hay mucha gente también que no alcanza a ahorrar lo suficiente y la solución para este tema está en aumentar la tasa de cotización, en forma gradual tal vez.
- ¿Está de acuerdo con el porcentaje dado por la Comisión Bravo?
- Sí, estoy de acuerdo de hace tiempo y pienso que debe ser del orden de 3% a 5%. Eso es lo que permitiría acercarse más a las expectativas de la gente. Por otro lado, estimular más el ahorro tributario, pienso que se cometió un error al eliminar los estímulos.
- ¿Está el sector empresarial preparado para esa medida?
- Los empleadores debieran desde ya empezar a considerar que van a tener que hacer algún tipo de aporte a la cotización de sus trabajadores, eso es inevitable.
- ¿Están ellos mirando esto desde esa perspectiva?
- Por lo menos lo que conozco, he conversado con muchos, lo tienen claro y están dispuestos a hacer su contribución, incluso antes de que se les obligue por ley.
Ahora, respecto de la longevidad la única solución está en retrasar o estimular el retraso de la jubilación, especialmente de las mujeres.
- Esa iniciativa genera mucho rechazo.
- No hay ninguna razón para que la edad de jubilación no sea la misma para hombres y mujeres, y como lo están haciendo muchos países europeos, debieran irse pensando en la medida que aumentan las expectativas de vida.
- ¿Hacer un incremento automático?
- Al menos revisable cada cinco años.
- ¿Respecto de las comisiones hay algo más que hacer?
- Hoy los cotizantes tienen opción de elegir entre un espectro amplio de comisiones y se pueden cambiar de AFP fácilmente, si no hacen es porque no les otorgan la importancia. Otra cosa es el reclamo de muchas personas respecto de que les cobren comisiones aún si la rentabilidad es negativa, ese reclamo si lo considero fundado. De hecho, propuse un cambio en esa línea siendo presidente de la AFP, pero eso requiere cambios regulatorios que en su momento la autoridad no acogió.
- ¿Justifica la AFP estatal?
- No me opongo a la AFP estatal. Si hay personas que tengan confianza en que el Estado les administre sus recursos bienvenido, siempre que las reglas sean iguales para todos y no se fuerce a la AFP estatal a invertir en proyecto del estado o políticos.
No al reparto
- ¿Cuál es su análisis del escándalo de las pensiones de Gendarmería?
- Ahí está la principal razón por la cual es inconveniente volver al sistema de reparto. Ha quedado en evidencia la discrecionalidad de la autoridad para otorgar este tipo de privilegios y la escasa capacidad política para frenar a estos grupos de presión. Si ese fuera el motivo de una marcha probablemente yo me sumaría también.
- ¿Atribuye a ese caso la masividad que congregó la marcha?
- No, pero es muy probable que haya sido un detonante. El tema de las jubilaciones escandalosas como la de la señora del diputado Andrade, sin duda que motiva a mucha de la gente que está en las calles.
- ¿Es partidario de que las FFAA se sumen al sistema de capitalización?
- Sí. Habrá que hacerle las consideraciones especiales a la carrera militar, pero no encuentro que debieran haber diferencias de ese sector respecto del resto de la comunidad.
- ¿Considera que sería una expropiación migrar al reparto como dijo José Piñera?
- Si lo hablamos hacia atrás evidentemente que es una expropiación porque hoy esa plata pertenece a cada persona. Pero, incluso hacia adelante, no creo que la inmensa mayoría de los trabajadores chilenos vayan a aceptar tirar sus fondos previsionales a una olla común.
- ¿Cree que volver al reparto sea una opción que esté sobre la mesa?
- A mí me parecería imposible, pero en la política nada es imposible. Hay un grupo de gente cuyo propósito es recuperar el poder económico y político que significan estas grandes cantidades de dinero y que perdieron en su momento, cuando se crearon las cuentas individuales.
- ¿Se refiere a la gente que está hoy en el gobierno?
- Evidentemente dentro del gobierno hay muchos que no comparten esto, incluso parlamentarios, pero también hay varios de la Nueva Mayoría que están dispuestos a hacer el cambio incluso con todos los riesgos. Como el señor Mesina, ligado al partido comunista, que quieren expropiar los fondos hacia atrás.
- Usted habla de un poder que quieren recuperar. ¿Ese poder hoy está en los afiliados o en las AFP?
- Sí y no. El poder de administrar los recursos está en manos de la AFP que por esencia son los administradores, pero bajo regulaciones que da el Estado, no es que cada uno pueda discrecionalmente poner la plata en cualquier parte. Está ultra acotado, y cada cambio lo define el Estado, pero el dinero es de los afiliados.
- ¿Qué análisis hace de las últimas encuestas que muestran el desconocimiento del sistema?
- A mí me ha asombrado que más de la mitad de los consultados crea que los fondos son de las AFP o del Estado, en circunstancia de que se ha dicho hasta la saciedad que son de cada uno y basta con hacer un click para saber cuánto tiene uno en su cuenta. Lo que refleja esto es un alto desconocimiento y mucha de la gente que marcha es por desconocimiento.
- ¿Qué responsabilidad tienen las AFP en esto?
- Hacia atrás, a mí me molesta que las AFP no hayan sido capaces de explicar con claridad las características del sistema, ni anticiparse a lo que está ocurriendo hoy. Debieran haberse gastado muchísimos más recursos en eso, porque la capacidad de subsistencia del sistema radica en su comprensión y aceptación pública.
- ¿Le juega en contra el momento en que se creó el sistema?
-Lo de la legitimidad de origen ha ido perdiendo relevancia porque el problema de las pensiones y los regímenes de reparto es universal, está ocurriendo en muchos países, particularmente en los más desarrollados. De modo que tocar el tema de la legitimidad a esta altura como que no tiene ninguna relevancia.
- Pero esa fue una de las razones por las que se incorporó el tema en el actual programa de gobierno.
-Lo sé y muchos van a seguir insistiendo en ese tema, pero frente a la realidad que ha experimentado el mundo el tema del origen a mi juicio es absolutamente irrelevante.
"No haría una ley corta, esto hay que discutirlo con tiempo"
- ¿Cómo evalúa el trabajo del gobierno?
- Hay una contradicción inexplicable que me hace dudar de la real voluntad del gobierno actual de introducirle mejoras al sistema. No entiendo cómo le tiene entregada la Subsecretaría de Previsión Social a un representante del partido comunista, cuya filosofía es borrar el sistema, cuando esa subsecretaría tiene la misión de estudiar y proponer modificaciones y mejoras al sistema.
- Usted dice que es necesario que los políticos entren al tema ¿Qué políticos? ¿El gobierno?
- Todos.
- ¿Qué debería tener la ley corta del gobierno?
- Yo no haría ninguna ley corta, esto hay que discutirlo con tiempo, tranquilidad y mucha seriedad, no con leyes cortas que al calor de la discusión probablemente van a salir equivocadas. Tal vez la única cosa que pondría en una ley corta es el compromiso de discutir el tema seriamente hasta encontrar la mejor solución.
- ¿Quién tiene que tomar el liderazgo?
Esa es una pregunta que no sólo corre para las pensiones, sino que para todos los temas del país. La solución no es fácil, requiere un consenso muy amplio. El liderazgo de eso puede ser de una persona pero creo que debe ser de un grupo. Quien los convoque debiera ser la presidenta de la República, pero no veo que tenga mucha disposición para hacerlo.
- ¿Ve a Ricardo Lagos como un líder que lo podría hacer?
-Sin duda es una de las personas que podría hacerlo, no es el único pero sí.
- ¿Cómo toma el regreso de José Piñera?
-Es un tema trivial que él participe. Acá hay que escuchar a mucha gente, expertos, políticos que miren el tema seriamente.
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