Indonesia anunció hoy que abandonará a
final de año la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP) ante la fuerte caída de su producción de crudo, que le ha
convertido en un importador neto.
El ministro indonesio de Energía y Recursos Naturales, Purmono
Yusgiantoro, indicó que en las nuevas circunstancias ha dejado de
tener sentido pertenecer a la OPEP y añadió que Indonesia saldrá de
la asociación cuando expire su periodo actual como miembro.
"Cuando vuelva a mi despacho, voy a firmar nuestra salida de la
OPEP", aseguró el ministro de Energía y Recursos Naturales en un
encuentro con los periodistas en Yakarta.
Con esta medida, que Indonesia estudiaba al menos desde 2005, el
Estado se ahorrará la cuota anual de US$ 3,1 millones (1,97
millones de euros) que abona por pertenecer al cártel petrolero,
explicó Yusgiantoro.
El ministro aseguró que el Gobierno sigue interesado y trabajará
para aumentar en los próximos años la producción y reingresar en la
OPEP.
En este mismo sentido se expresó a principios de mayo el
presidente del país, Susilo Bambang Yudhoyono, cuando anunció que su
Gobierno estudiaba la salida "temporal" de la organización.
Indonesia, el único país asiático presente en el cártel
petrolero, produjo en marzo y abril de este año 868.000 y 854.000
barriles de crudo al día, respectivamente, cantidades inferiores a
su cuota mínima de producción, de 1,3 millones de barriles diarios,
fijada por la OPEP.
La producción petrolera actual de Indonesia es menos de la mitad
de la que generaba hace una década.
Yudhoyono afirmó recientemente en un discurso televisado que los
pozos del país "se están secando", aunque expertos atribuyen la
fuerte caída de la producción a la falta de inversiones que aqueja
al sector energético desde hace tres décadas.
La sequía financiera ha impedido que se acometan mejoras en las
explotaciones en funcionamiento y que se efectúan proyectos de
exploración y prospección de nuevos yacimientos.
Otros factores que han perjudicado la producción petrolera de
Indonesia son, a juicio de analistas, la inestabilidad y opacidad
del sistema legal heredado, en gran medida, de la dictadura del
presidente Suharto (1967-1998), y el enquistamiento de la corrupción
en el sistema burocrático.
Con el fin de volver a recuperar su condición de exportador neto
de crudo, el Gobierno puso en marcha a principios de este año un
programa de exploración de nuevos yacimientos.
Dentro de esta iniciativa, el Ejecutivo firmó ayer cinco
contratos para la exploración de sendos yacimientos de crudo y gas
natural con varias petroleras internacionales, entre las que se
encuentran la italiana ENI, la malasia Petronas y la china CNOOC.
Según el Ministerio de Energía, estos trabajos de perforación de
pozos supondrán unos US$ 157 millones (99,6 millones de
euros) y la inversión total para llevar a cabo los proyectos puede
superar los US$ 200 millones (126,9 millones de euros).
Indonesia tiene previsto sacar a subasta pública los derechos de
exploración de otras 46 yacimientos de petróleo y gas natural a lo
largo de este año.
El primer lote, con 25 parcelas, se asignará esta semana, y los
restantes se distribuirán entre las empresas interesadas el próximo
octubre.
El Gobierno cree que con un aumento sustancial de la producción
se podría, además de pensar en el regreso a la OPEP, paliar los
efectos que tiene sobre la economía nacional el fuerte repunte de
los precios del crudo.
El pasado sábado, el Ejecutivo elevó cerca de un 30%
los precios de los combustibles, alegando que en la coyuntura actual
el presupuesto nacional no podía seguir manteniendo el sistema de
subsidios a los carburantes sin incurrir en un grave déficit.
A pesar del aumento, que ha provocado una oleada de
manifestaciones y huelgas en todo el país, Indonesia sigue siendo
uno de los países asiáticos con los subsidios al combustible más
altos, además de disfrutar de una de las gasolinas más baratas de la
región.