El Departamento del Tesoro y la Fed salieron al rescate
del segundo banco de EEUU por activos, Citigroup, que ha visto cómo su acción se
desplomaba un 60% en los últimos siete días y que temía que se produjera una
huida masiva de los clientes.
La operación se materializará en dos partes y supondrá una
movilización de recursos públicos que, como máximo, ascenderá a US$ 326.000
millones. Este importe se repartirá
entre garantías que el Gobierno concederá para respaldar activos de baja
calidad de Citi (por US$ 306.000 millones) e inyecciones de capital por US$ 20.000
millones.
Los activos garantizados por el Tesoro serán préstamos y
deuda respalda por hipotecas residenciales y comerciales, principalmente. Estos
títulos permanecerán dentro del balance de Citigroup (se había negociado
traspasarlos a una entidad de nueva creación). El Gobierno garantizará los
activos residenciales durante diez años y los comerciales, durante cinco años.
Citi se compromete a asumir las primeras pérdidas que estos activos puedan
ocasionar, por un máximo de US$ 29.000 millones. A partir de ahí, los
números rojos serán compartidos por el Gobierno (90%) y por Citi (10%), que
podrá contar con fondos de la Reserva Federal.
A cambio de respaldar estos activos, Citi emitirá acciones
preferentes para el Tesoro, por valor de US$ 7.000 millones, que
supondrán el pago al Gobierno de un tipo de interés del 8%. El banco dirigido
por Vikram Pandit no podrá pagar dividendos más allá de US$ 0,1 por acción
al trimestre durante los próximos tres años, sin el consentimiento del
Gobierno. Además, el banco se compromete a que cualquier plan de retribución
del equipo directivo, incluido el bonus, deba ser sometido a la aprobación
previa del Gobierno.
La inyección de capital, por su parte, supondrá para el
Gobierno un desembolso de 20.000 millones, procedentes del plan anticrisis
aprobado el pasado octubre en el Congreso. El Tesoro comprará acciones
preferentes, con un nominal de US$ 1.000 . Estas acciones incorporan las
mismas obligaciones que las anteriores vinculas al respaldo de los activos,
pero serán perpetuas. El Gobierno de George W. Bush ya había inyectado US$ 25.000
millones en el banco con anterioridad.
Citigroup, presente en más de 106 países, fue el primer
banco del país por activos hasta octubre, cuando fue sobrepasado por JPMorgan.
El banco vale en bolsa US$ 20.540 millones. El viernes su cotización cayó un
19,96%, hasta 3,77 dólares.
El Tesoro y la Fed han asegurado en un comunicado que «con
estas transacciones, el Gobierno de EEUU está tomando las acciones necesarias
para fortalecer al sistema financiero y proteger a los contribuyentes y a la
economía estadounidense. Continuaremos utilizando los recursos para reparar y
recuperar y para gestionar los riesgos, al mismo tiempo que respaldaremos los
intentos de las entidades de lograr capital privado"