Las acciones de General Motors
perdieron hoy el 6,2% de su valor en Bolsa y cerraron a
US$ 9,69 por título, el valor más bajo en más de cincuenta años.
En la Bolsa de Nueva York, las acciones del mayor fabricante
automovilístico estadounidense registraron hoy nuevos descensos a
pesar de que su presidente, Rick Wagoner, aseguró desde Dallas
(California) que la situación de caja de la firma es robusta y
podría recaudar más fondos si los necesitara.
Estas declaraciones, recogidas por medios locales, llegan después
de que el pasado 2 de julio un analista de Merrill Lynch asegurara
que la compañía necesita recaudar US$ 15.000 millones y que
una entrada en bancarrota "no es imposible".
Añadió que la empresa, que en el primer trimestre del año perdió
más de US$ 3.200 millones, está adoptando medidas duras, pero
necesarias para mantener la competitividad de la firma a largo
plazo.
Sin embargo, esas declaraciones no impidieron que General Motors
bajara hoy en Bolsa el 6,2% y cerrara, según los
analistas, a su precio más bajo desde el 2 de julio de 1954, cuando
sus títulos cayeron hasta los US$ 9,15 por acción.
Sólo en lo que va de mes la firma ha perdido el 15,7%
de su valor en Bolsa y durante todo el año el 61%.
El pasado martes, la compañía automovilística anunció que
trabajaba en el desarrollo de un plan para reducir costes y mejorar
su posición en el mercado, tras la fuerte caída de sus ventas.
Wagoner detalló en un correo electrónico remitido a los
directivos de General Motors, que se estaba preparando un programa
de reestructuración y recuperación de capital, tal y como han
recomendado los analistas de Wall Street.
"El rápido aumento de los precios del combustible y el cambio de
tendencia en las ventas han hecho que el mercado y las condiciones
económicas sean muy difíciles", señaló en el correo, en el que
aseguraba que General Motors está respondiendo de manera "rápida y
eficaz" a esa situación.