Líderes de organizaciones mundiales hacen una alerta por la seguridad alimentaria y piden acción urgente a la comunidad internacional

Esta mañana, los jefes del Grupo del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas y la Organización Mundial del Comercio (OMC) presentaron una declaración conjunta para pedir acción coordinada urgente en materia de seguridad alimentaria. 

En el contexto de las consecuencias del cambio climático y la pandemia del Covid-19, agregado a la reciente guerra de Rusia y Ucrania que ha causado el aumento de precios de los productos básicos y la escasez de suministros, es que los líderes han demostrado preocupación por los países más vulnerables. 

"La amenaza es mayor para los países más pobres, cuyo consumo procede en gran medida de las importaciones de alimentos, pero la vulnerabilidad está aumentando rápidamente en los países de renta media, que acogen a la mayoría de los pobres del mundo", dicen en su comunicado.

En tanto, las estimaciones del Banco Mundial advierten que por cada punto porcentual de aumento de los precios de los alimentos, 10 millones de personas caen a la pobreza extrema en todo el mundo. 

Advierten que el aumento de los precios de los alimentos se ve exacerbado por el incremento del gas natural, de los fertilizantes y los recortes en el suministro mundial, tienen implicaciones para la producción de alimentos en la mayoría de los países, incluso en los principales productores y exportadores. 

"El aumento de los precios de los alimentos y las crisis de suministro pueden alimentar las tensiones sociales en muchos de los países afectados, especialmente en aquellos que ya son frágiles o están afectados por conflictos", señalan 

El llamado es a que la comunidad internacional apoye “urgentemente” a los países vulnerables a través de acciones como la provisión de suministros alimentarios de emergencia, apoyo financiero y subvenciones, aumento de la producción agrícola y la apertura del comercio y evitar restricciones, como la prohibición de exportar alimentos o fertilizantes.  

Además, dichos jefes anunciaron su compromiso a combinar su experiencia con financiación para intensificar el apoyo político y financiero para ayudar a los países y hogares vulnerables, al igual que para aumentar la producción agrícola nacional en los países afectados y su suministro. 

“Podemos mitigar las presiones de la balanza de pagos y trabajar con todos los países para mantener abiertos los flujos comerciales. Además, reforzaremos aún más nuestro seguimiento de las vulnerabilidades alimentarias y estamos ampliando rápidamente nuestro asesoramiento político polifacético a los países afectados, guiándonos por las ventajas comparativas de nuestras respectivas instituciones".