El presidente de EE.UU., Barack Obama,
defendió hoy un proyecto de ley que tiene sobre la mesa el Congreso
sobre el cambio climático, y afirmó que el país que gane la carrera
por las fuentes alternativas de energía se convertirá en líder de la
economía global.
En un discurso pronunciado en el prestigioso Instituto de
Tecnología de Massachusetts (MIT), Obama promovió el desarrollo de
fuentes alternativas de energía, horas antes de asistir a un evento
de recaudación de fondos para la reelección del gobernador demócrata
Deval Patrick.
El mundo compite en la búsqueda de nuevas fuentes de energía y
"la nación que gane esta competencia será la que lidere la economía
global (...) y quiero que EE.UU. sea esa nación, así de simple",
afirmó.
EE.UU. afronta numerosos retos que requieren "el mismo espíritu
de innovación que ha sido clave en nuestro éxito y eso aplica
especialmente en lo respecta a energía", indicó el mandatario, al
destacar que el fomento de la innovación y los descubrimientos está
"en el ADN" del país.
Reconoció que existen opiniones divergentes en el debate dentro y
fuera del Congreso sobre cómo fomentar la exportación de tecnologías
de energía limpia, la creación de millones de empleos o medidas para
evitar las peores consecuencias del cambio climático.
Lo que no está en duda, continuó, es la necesidad de responder a
la creciente escasez de suministros de energía y el aumento de su
demanda, que, en conjunto, ponen en peligro al planeta.
La visita de Obama a Boston, que tuvo un indudable cariz
político, se produjo en vísperas del viaje que realizará el
legislador demócrata Edward Markey a Copenhague (Dinamarca) para una
serie de encuentros preliminares de cara a la cumbre de la ONU sobre
el cambio climático en diciembre próximo.
Markey, coautor de la ley energética que aprobó la Cámara de
Representantes en junio pasado, dijo en un comunicado que divulgará
un informe detallado sobre las ideas que proponen legisladores de
países como Brasil, China, y de la Unión Europea, para combatir el
calentamiento global.
La ley de reforma energética y sobre el cambio climático, que
impone metas para la reducción de emisiones de gases tóxicos, aún
debe ser aprobada en el Senado de Estados Unidos.