Or Bokobza, director ejecutivo de la empresa de software residencial Venn, apenas ha hablado con sus colegas en la última semana. Como reservista de una unidad de combate de élite del ejército israelí, ha estado en terreno desde de que el grupo militar palestino Hamás lanzara el sábado un ataque sorpresa contra Israel.
"Estoy fuera concentrándome en lo más importante ahora mismo, que es la seguridad de nuestro país", declaró a Financial Times en una breve llamada.
Bokobza, junto con una decena de colegas de su empresa de 90 empleados, forma parte de los miles de trabajadores israelíes de alta tecnología que han sido llamados a filas en la movilización masiva del país para la guerra.
Los fundadores e inversionistas de empresas tecnológicas israelíes calculan que entre 10% y 15% de sus plantillas se encuentran entre los 360 mil reservistas que serán llamados a filas, lo que representa una repentina y significativa complicación para las empresas relativamente pequeñas.
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Riesgos para el sector
Una guerra prolongada podría afectar al próspero sector tecnológico del país, un motor clave de su economía que representa aproximadamente 15% de todos los puestos de trabajo, según la Autoridad de Innovación de Israel. Esta mano de obra se reparte entre cientos de startups y grandes oficinas de multinacionales como Intel y Microsoft.
Israel también atrae una gran cantidad de inversiones tecnológicas del extranjero. El país ha recaudado US$ 5.500 millones en capital de riesgo en 320 operaciones en 2023, a pesar de la ralentización de la industria mundial, según el investigador de mercado IVC. Pero los inversores que tienden a anhelar la estabilidad pueden tener dificultades para seguir apostando por el país en medio de un conflicto prolongado.
“Supongo que si esto continúa durante unos meses, podría haber algún impacto en la productividad básicamente debido a las reglas de la física; tienes menos gente”, dijo Amitai Ratzon, director ejecutivo del grupo de seguridad cibernética Pentera.
Dovi Frances, socio fundador de la empresa de riesgo Group 11, dijo que varios de los altos ejecutivos de las empresas de su cartera se encuentran actualmente en las reservas. Pero estuvo entre los líderes de la industria que también dijeron que ya se estaban adaptando, y que la perspectiva de una guerra era desde hacía mucho tiempo una realidad en Israel.
Yevgeny Dibrov, director ejecutivo de la startup de ciberseguridad Armis, se ha visto obligado a afrontar la salida de 20 miembros de su personal.
La empresa de ocho años, con 660 empleados, rápidamente pasó a una situación de crisis, cambiando algunas operaciones mientras el personal restante en Israel trabajaba desde casa y ofreciendo apoyo psicológico a los empleados después del ataque de Hamas.
"Podemos adaptarnos a esto, esa es básicamente la realidad", dijo Dibrov.
Los empleados “pueden trabajar en la seguridad de sus hogares y pueden permanecer cerca de refugios y habitaciones seguras, por lo que desde ese punto de vista creo que el Covid realmente nos ayudó a prepararnos”, dijo Gili Raanan, fundadora del grupo de capital riesgo Cyberstarts.
Algunos ejecutivos señalaron que muchas startups israelíes tienen altos ejecutivos y grupos de marketing y ventas en Estados Unidos. “Las empresas saben cómo crear continuidad del negocio y saben cómo afrontar este tipo de situaciones. Ésa es una de las fortalezas”, dijo Shmuel Chafets, presidente del grupo de capital de riesgo Target Global.
En otros casos, las startups están volcando su destreza tecnológica al esfuerzo bélico, y el sector de seguridad cibernética de clase mundial del país está surgiendo de sus servicios militares y de inteligencia.
Nadav Zafrir, excomandante de la unidad de inteligencia de señales de élite 8200 de Israel y ahora socio gerente del grupo de riesgo Team8, dijo que su compañía está trabajando en el uso de diversas tecnologías, como la ciencia de datos, para apoyar al gobierno en sus esfuerzos por localizar a los rehenes israelíes.
“Nuestro ciclo de innovación no se ha detenido, estamos investigando en diferentes áreas”, afirmó Zafrir. "Todos ellos son increíblemente relevantes para esta época".
Grandes tecnológicas
Las grandes empresas tecnológicas también están observando atentamente la situación. Intel, una de las multinacionales más grandes de Israel con 13 mil empleados, dijo que está "vigilando de cerca la situación en Israel y tomando medidas para salvaguardar y apoyar a nuestros trabajadores".
Hasta el jueves, más de 300 empresas de capital de riesgo habían firmado una declaración de apoyo a Israel, señalando que el país “ha sido un socio duradero del ecosistema de innovación global, fomentando avances tecnológicos innovadores”.
La declaración fue firmada por algunos de los mayores grupos de Estados Unidos, incluidos Bessemer Venture Partners, GGV Capital e Insight Partners, muchos de los cuales han invertido en empresas israelíes a lo largo de los años. Otras empresas, incluidas Sequoia Capital y General Catalyst, también han anunciado donaciones.
Los ejecutivos de las startups enfatizaron que, cualquiera que sea el impacto en sus empresas, el esfuerzo bélico de Israel era lo primero. Frances, del Grupo 11, dijo que su empresa está organizando donaciones de dinero, alimentos y equipos, vuelos de regreso a Israel para reservistas en el extranjero e incluso un envío de 50 mil sacos de café al frente.
Bokobza de Venn dijo que solo tiene acceso esporádico a su teléfono, por lo que cuando revisó recientemente tenía más de 100 mensajes de apoyo. "Mi única esperanza es que nuestros clientes y nuestros socios en todo el mundo sepan que estamos aquí para quedarnos", dijo.
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