Las virtudes saludables del aceite de
oliva han convencido a las autoridades indias para reducir los
aranceles hasta el 7,5%, aunque el reto sigue siendo dar a
conocer el producto entre los consumidores del país asiático.
"En la India existe la tendencia a poner aranceles altos a
productos considerados lujosos, como el aceite de oliva. Pero al
mismo tiempo este aceite es muy saludable, así que lo discutimos
específicamente", declaró el vicepresidente de la Comisión
Planificadora (PC), Montek Singh Ahluwalia.
Hasta ahora, el aceite de oliva virgen estaba gravado con un
arancel del 45%, mientras que el impuesto sobre el aceite
de oliva refinado y para loción era del 40%, muy por
encima de otros tipos de aceite.
"Anteriormente, el consumo del aceite de oliva era ignorado y,
debido a los impuestos, estaba restringido a las elites, porque el
consumidor medio lo encontraba demasiado caro", declaró tras conocer
la decisión el presidente de la Asociación India de la Aceituna
(OIA, siglas en inglés), V.N. Dalmia.
Con los aranceles vigentes hasta ahora, un litro de aceite de
oliva virgen podía llegar a costar en la capital india unos 18 dólares, aunque la OIA espera ahora que esos precios
disminuyan en torno a un 15%.
Esta asociación, que agrupa a los importadores y distribuidores
del sector, había pedido varias veces al Gobierno la supresión de
los aranceles con el doble argumento de que es un alimento
"saludable" y de que no existen productores indios.
"Es el producto más sano del mundo para cocinar, con una
protección incomparable contra las enfermedades cardiovasculares",
había dicho Dalmia, en un país donde cincuenta millones de personas
tiene problemas del corazón.
Pero, aparte de la bajada de precios y sus virtudes sobre el
papel, el nuevo reto que deben afrontar los importadores es dar a
conocer el aceite de oliva entre las clases medias, ya que hasta
ahora el producto era coto cerrado de los más pudientes.
"El principal problema no son los impuestos, sino que la
población aún no ve los beneficios de consumirlo", explicó a Efe
Sudhir Nayar, el representante en la India de la compañía aceitera
italiana Bertolli.
Los consumidores indios limitan el uso del aceite de oliva al
aliño de ensaladas y también como cosmético para el cuidado de la
piel, pero aún no han sacado de la sartén otras variedades más
típicas, como el aceite hidrogenado de palma ("vanaspati"), nefasto
para el colesterol.
"No tenía lógica reducir aranceles de aceites menos saludables y
no el impuesto sobre el aceite de oliva. Porque la gente normal
podría consumir sólo los aceites de peor calidad, mientras el aceite
de oliva quedaba en manos de la gente rica", asumió el
vicepresidente de la Comisión Planificadora.
Con la decisión de bajar los aranceles, la India se ha puesto por
delante de otros países asiáticos, como China, que aplica un arancel
del 10%, y de Taiwán o Corea del Sur, que gravan las
importaciones con un 8%.
Pero además, ese ansiado 7,5% dará aún más alas a un
mercado que crece rápidamente: en el año 2007, la India importó
23.000 toneladas de aceite de oliva, y en 2012 se prevé un aumento
de un 80%, hasta alcanzar las 42.000 toneladas.
Esa perspectiva es la que ha llevado a la empresa española
Sojivit a entrar en el mercado indio con todas las consecuencias:
cultivando aceite ecológico en la región india de Himachal Pradesh
(norte) y empezar a comercializarlo a partir de 2012.
Pese a que las condiciones climáticas de la India dificultan la
producción de un aceite de oliva de calidad, desde Sojivit aseguran
contar con pruebas satisfactorias y recuerdan que los ingleses ya
plantaron olivos cuando este país era colonia británica.
Y la idea es bien vista por las autoridades.
"Con la globalización, la gente está empezando a amar cosas
parecidas. Así que aquí también deberíamos ser capaces de producir
aceite de oliva, siempre que encontremos el lugar donde puedan
crecer las aceitunas", concluyó Montek Singh Ahliwalia.