Luego que Ucrania dijera estar dispuesta a aceptar la propuesta de EEUU para un alto el fuego inmediato de 30 días en su guerra con Rusia, Moscú ha intensificado sus esfuerzos para expulsar a las fuerzas ucranianas de la región rusa de Kursk.
Funcionarios ucranianos y estadounidenses se reunieron el martes en Arabia Saudita y respaldaron el cese de hostilidades de un mes de duración a lo largo de todo el frente ucraniano.
A cambio, Estados Unidos reanudó la ayuda militar y el intercambio de inteligencia con Kiev que se habían suspendido después del enfrentamiento del mes pasado en la Oficina Oval entre Donald Trump y Volodimir Zelenski. En una sesión informativa este miércoles, el presidente ucraniano calificó la reunión con funcionarios estadounidenses en Yeda de "constructiva".
¿Preparados para una tregua definitiva?
Zelenski aseguró que el alto el fuego de 30 días fue una propuesta estadounidense a la que accedió tras mantener contacto con su equipo. “He dicho repetidamente que ninguno de nosotros confía en los rusos, pero no vamos a jugar con narrativas que digan que no queremos que esta guerra termine”, dijo. "Hablo muy en serio, y quiero que el presidente de Estados Unidos lo vea", mencionó el líder ucraniano. “Por eso mi reacción fue decir que estamos listos para el formato de tregua de 30 días que sugirió la parte estadounidense".
Zelenski dijo que se necesitaría el apoyo de otros países para supervisar el alto el fuego a lo largo de la línea del frente de mil kilómetros de longitud. Sin embargo, las fuerzas rusas hicieron importantes avances en la región de Kursk en los últimos días, amenazando con expulsar a las tropas ucranianas que han ocupado partes del territorio ruso desde el verano (boreal) pasado.
Los medios estatales rusos compartieron este miércoles imágenes que, según dijeron, mostraban a soldados rusos en el centro de Sudzha, el principal municipio donde Ucrania había establecido un centro de comando.
En febrero, Zelenski insistió en que los territorios rusos controlados por las fuerzas ucranianas en la región de Kursk podrían usarse como moneda de cambio en las negociaciones de paz.
Cautelosa negociación
"No creo que estén dispuestos a detenerse en Sudzha", declaró Solomiia Bobrovska, diputada de la oposición ucraniana y miembro del comité de seguridad nacional e inteligencia. "Cada vez que los rusos firmaban algo, iniciaban una ofensiva de inmediato".
DeepState, un grupo ucraniano de seguimiento de guerra cercano al Ministerio de Defensa de ese país, actualizó su mapa del conflicto este miércoles mostrando que grandes partes de Sudzha ya no están bajo el control de las fuerzas ucranianas.
El Presidente de Ucrania dijo este miércoles que su ejército continuaba realizando tareas en la región de Kursk, pero también agregó que Rusia había intensificado sus ataques. “Nuestro comando está haciendo todo lo posible para preservar las vidas de nuestras tropas”, dijo.
Para Ucrania, la negociación de un alto el fuego justo cuando sus fuerzas sufren reveses militares tiene consecuencias dolorosas. En febrero de 2015, Moscú presionó a Kiev para que firmara un alto el fuego justo cuando sus tropas rodeaban la ciudad de Debáltseve, en el este de Ucrania.
Rusia violó repetidamente ese acuerdo de alto el fuego, un precedente que Zelenski mencionó en la Casa Blanca, lo que llevó a Trump a perder los estribos y concluir que el líder ucraniano no estaba interesado en poner fin al conflicto.
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Putin intentará engañar a Trump, y Trump tendrá que decidir qué hacer a continuación”, declaró Mykhailo Samus, analista militar ucraniano. Añadió que es probable que el presidente estadounidense ofrezca a Moscú el levantamiento de las sanciones occidentales a cambio de un alto el fuego.
Avances celebrados
Los funcionarios ucranianos y sus aliados europeos aplaudieron este miércoles la restauración de la asistencia militar estadounidense y el intercambio de información de inteligencia que las fuerzas de Kiev utilizan para atacar objetivos más allá de la línea del frente.
"Esta es una señal importante para todo el mundo de que el apoyo a Ucrania está intacto", escribió Andriy Yermak, principal asesor de Zelenski, líder de la delegación ucraniana en Yeda.
El ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radek Sikorski, declaró este miércoles que el tránsito estadounidense de suministros militares a Ucrania a través de Polonia había "regresado a niveles anteriores", al igual que el sistema de comunicaciones por satélite Starlink, propiedad de Elon Musk, asesor de Trump. Polonia está pagando parte de ese servicio a Ucrania.
El primer ministro británico, Sir Keir Starmer, felicitó a Trump y Zelenski por su “notable avance” y agregó: “Rusia ahora debe aceptar un alto el fuego y también el fin de los combates”. Starmer ha liderado los esfuerzos con el presidente francés, Emmanuel Macron, para crear una "fuerza de seguridad" europea desplegada en Ucrania para disuadir a Rusia de un nuevo ataque. Starmer afirmó que volvería a reunir a los líderes el sábado para "discutir los próximos pasos".
El Kremlin afirmó que quería escuchar directamente a Estados Unidos antes de comentar sobre la propuesta de alto el fuego. El portavoz de Putin, Dmitri Peskov, declaró este miércoles que Rusia espera que Estados Unidos "nos informe sobre los detalles de las conversaciones y los acuerdos alcanzados".
Una llamada entre Putin y Trump podría organizarse "muy rápidamente", dijo Peskov, pero agregó que la Casa Blanca aún no la había solicitado.
A la espera de Rusia
El servicio de inteligencia exterior ruso SVR dijo este miércoles que su director, Sergei Naryshkin, había hablado por teléfono con su homólogo estadounidense, el jefe de la CIA, John Ratcliffe, y que las dos agencias acordaron mantener contacto regular.
Konstantin Kosachev, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de Rusia en la Cámara Alta, dijo que "los ucranianos están de acuerdo con lo que se les dice", añadiendo que este no sería el caso con Rusia, porque "Rusia está a la ofensiva". Aunque las fuerzas rusas seguían avanzando en la región de Kursk, los progresos en el resto del frente parecían estancarse.
En los últimos días, las tropas ucranianas lograron contener los asaltos rusos en torno al centro logístico de Pokrovsk, e incluso lanzaron audaces contraataques hacia el centro de Toretsk, una ciudad industrial a la que las fuerzas rusas llegaron en agosto.
En el frente de Pokrovsk, un operador de drones reaccionó a la noticia del alto el fuego sugerido con una palabra en ucraniano: “Pobachymo” – “Ya veremos”.