Por unanimidad la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados aprobó este miércoles en general el proyecto que establece un subsidio a la tasa de interés hipotecaria para la adquisición de viviendas nuevas. Ello debido a que desde todos los sectores, con algunos matices, estiman que es positivo que el Gobierno esté impulsando una iniciativa que active el sector de la construcción.
En la sesión participaron el ministro de Hacienda Mario Marcel y la subsecretaria de la cartera, Heidi Berner, quienes aclararon dudas de los diputados. Incluso esta última se comprometió a crear una mesa técnica para despejar las dudas que aún puedan existir y acompañar a los legisladores de la comisión en la elaboración de las indicaciones, puesto que por el contenido del proyecto, si el Ejecutivo no las patrocina, no tienen viabilidad.
Dudas de legisladores
Durante la discusión, hubo algunos aspectos que se repitieron y que si bien no son insalvables o nudos que impidan el avance del proyecto sí generan aprensiones entre los diputados oficialistas, pudiendo hacer más lenta la tramitación. También los hay desde la oposición, pero en el sector existe una disposición concreta a avanzar en la iniciativa.
Pese a que también contribuyó con su voto a la unanimidad de la aprobación en general, el diputado comunista Boris Barrera expuso su preocupación de que, dado que sólo se asegura un 10% del total del stock a las personas naturales, no se vaya a dar el escenario de que las propias inmobiliarias adquieran la mayoría de las viviendas con el subsidio, es decir, más baratas, y luego las vendan a precio normal.
Esta inquietud fue generalizada en el oficialismo, tanto es así que el diputado del Frente Amplio (FA) Jaime Sáez, junto con manifestar que este “no es un proyecto al que hayamos tenido acceso previamente, en términos prelegislativos, ahí hay algo que es importante ajustar”; explicó que sus dudas tiene que ver con el destinatarios del beneficio, aspecto que aún “no está del todo claro”, dijo el diputado, en la línea de lo expresado por Barrera durante el debate.
Si bien, añadió, “nosotros entendemos que este es un proyecto importante para reactivar un sector de la economía que es muy importante a nivel nacional, pero queremos que se haga de buena forma, que efectivamente cumpla con los objetivos”.
El parlamentario del FA se hizo cargo también de algo que planteó el diputado exsocialista Jaime Naranjo, quien fustigó a los integrantes opositores de la comisión, debido a que no cuestionaron la capacidad fiscal para sacar adelante esta iniciativa y que desde ese sector nadie preguntó: “¿Ministro, de dónde va a salir la plata para esto?”, lo que le genera una cierta aprensión acerca de que se cumpla el real objetivo del proyecto. En este sentido, Sáez manifestó que “ese nivel de consistencia es el que hay que buscar y todavía hay espacio para ello”.
Además, cree que si el principal interés del Gobierno es reactivar el sector de la construcción, “hay que sincerar la situación, si finalmente este es un proyecto que está destinado únicamente a disminuir stock hay que señalarlo en esos términos y no tratar de disfrazar las cosas”. Aunque cautelando algunas de las inquietudes, estarían igualmente en condiciones de aprobarlo, asegura.
La mirada opositora
Desde la oposición, el RN Frank Sauerbaum aseguró que el proyecto “lo vamos a aprobar de todas maneras”, pero que hay cosas que en su sector estiman que se pueden mejorar, como es el caso del límite del precio de las viviendas de UF 4 mil; el hecho de que se establezca que la compraventa se debe haber realizado este año, lo que puede limitar a mucha gente, se explaya el parlamentario. Por otro lado, admite que a la oposición le gustaría que hubiera “menos restricciones para ver quién compra la vivienda”, ante la polémica acerca de que “hubiera empresas grandes que pudieran acaparar el beneficio”. Ya tiene indicaciones en estas materias.
La mirada del representante del Partido Republicano Agustín Romero da cuenta de que el principal nudo de la iniciativa es que el oficialismo y la oposición tienen una interpretación distinta acerca del objetivo del proyecto. El legislador ve que “el objetivo de este proyecto es, precisamente, sacar adelante la venta de un stock de viviendas que hoy día tiene el país y, por otro lado, permitir el acceso a ciertas personas que hoy día no han podido adquirir viviendas, dado que las tasas de interés se encuentran en niveles más alto que hace algunos años”. Por lo que ven con buenos ojos, dice, todo proyecto que incentive la inversión y lo apoyarán.
Y asegura que los propios parlamentarios deben “estar revisando” que las inmobiliarias no utilicen el beneficio en su propio interés. Pero lo que se valoró de manera transversal es lo que señaló el ministro Marcel en cuanto a que el proyecto generará ingresos.
Durante la sesión de este miércoles se acordó la creación de una mesa técnica liderada por la subsecretaria Berner, quien trabajará con todos los parlamentarios, para explicar dudas y elaborar indicaciones que el Gobierno esté en condiciones de patrocinar. De tal manera se buscaría votar en particular la próxima semana, tanto en la comisión como en Sala y despachar el proyecto al Senado.
El veredicto de la CchC
Tras conocer la aprobación unánime de la iniciativa, en general, desde la Cámara Chilena de la Construcción valoraron “la agilidad en la tramitación del proyecto”, que es una “medida que apunta a mejorar la calidad de vida de miles de personas, facilitándoles el acceso a la vivienda, reactivando el empleo en la construcción y dinamizando la economía, con todo el impacto positivo que la cadena de valor del sector construcción genera”.
Y manifiestan además su convicción de que “moverá la aguja en un período complejo para nuestra economía. Además es una iniciativa, que como señaló el Ministro de Hacienda, generará un impacto fiscal positivo”.