Suiza se convirtió en el primer gobierno en la historia en vender deuda de referencia a diez años a una tasa de interés negativa, mientras la caída en los precios y una acción sin precedentes de parte de los bancos centrales más grandes del mundo envían a los mercados globales más aún hacia territorio incierto.
Los bonos con rendimientos negativos se han vuelto uno de los asset class de crecimiento más acelerado en el mundo, representando cerca de 25% del mercado de deuda gubernamental de Europa. En el último año, Alemania, Austria, Finlandia y España han vendido deuda de más corto plazo en rendimientos inferiores a cero.
Pero ésta es la primera vez en que a los inversionistas se les ha cobrado, en la práctica, por prestar dinero a un gobierno por un período así de prolongado. Los inversionistas compraron 232,51 millones de francos suizos (US$ 241,3 millones) de deuda suiza que será repagada hasta 2025 a un rendimiento de -0,055% y la emisión fue varias veces suscrita.
Esta avalancha hacia los bonos europeos refleja la caída global en la inflación, que ha hecho que sea más fácil para los inversionistas aceptar los rendimientos negativos a medida que esperan que los precios suban lentamente en el futuro.
Las autoridades han respondido a la caída en los precios recortando las tasas de interés y lanzando programas de compra de activos. El Banco Central Europeo compró el mes pasado 52.500 millones de euros en bonos soberanos, como parte de su programa de alivio cuantitativo (QE, su sigla en inglés) por US$ 1,1 billón de euros. En anticipación al anuncio del QE del BCE en enero, el Banco Nacional de Suiza bajó su tasa de interés a los depósitos a -0,75%, al tiempo que removía la fijación de su moneda al euro.
"Los bancos centrales han aplicado políticas no convencionales, así es que hay que esperar resultados no convencionales", dijo Steven Major, director global de investigación de renta fija en HSBC. "Uno es que los bonos ya no se están transando como bonos. Ahora se transan como commodities, con los inversionistas especulando sobre el precio".
Esta semana el gobierno español emitió deuda de corto plazo a rendimiento negativo menos de tres años después de pedir un rescate internacional a su banca.