Por Robin Harding
Washington
Es probable que Ben Bernanke señale que la Reserva Federal de Estados Unidos está cerca de reducir sus compras mensuales de activos por US$ 85 mil millones cuando realice una conferencia de prensa mañana, pero que equilibre eso diciendo que las decisiones posteriores dependen de lo que pase con la economía.
El presidente de la Fed tiene un doble problema de comunicaciones. Los mercados parecen reacios a reconocer la mejora que está llevando a la Fed a reducir el alivio cuantitativo (QE3). Pero también parecen estar asumiendo, incorrectamente, que cualquier disminución significa que la Fed se ha vuelto menos dispuesta a apoyar la recuperación.
Es probable que Bernanke oponga resistencia a ambas malas percepciones, combinando un mensaje optimista sobre cómo la fortaleza de la economía justificará pronto una reducción del QE, con una señal de que una mayor disminución depende de una mayor mejora de la economía y que no anticipa para nada un alza de la tasa de interés.
Cuando comenzó el QE3 en septiembre, la Fed dijo que mantendría las compras de activos hasta que hubiera una “mejora sustancial” en el mercado laboral. Desde entonces, dos grandes desarrollos están impulsando a la Fed hacia un ajuste.
Primero, los principales indicadores laborales han mejorado mucho. La proyección de desempleo de la Fed hacia fines de 2013 bajó de 7,75% a 7,4%, y sigue cayendo. El alza promedio de las nóminas en los últimos seis meses ha sido 194 mil, frente a 130 mil en los seis meses previos al QE3. Aún existe un lado oscuro en este sector: las medidas de dinamismo, como las tasas de contratación y trabajos part time, han mejorado poco. Pero eso se compensa con el segundo desarrollo.
Cuando la Fed comenzó el QE3 trabajaba sobre el supuesto de que muchas personas que habían dejado de buscar trabajo volverían una vez que la economía mejorara. Eso aún podría suceder, pero estudios de la Fed sugieren que la participación se estabilizará, en lugar de rebotar.
Como resultado, en la Fed ven que el crecimiento en las nóminas cercano a 200 mil mensual es mucho mejor de lo que parece, y podría ser todo lo que se necesita para que la tasa de desempleo siga bajando. En otras palabras, la definición de “mejora sustancial” se ha vuelto menos optimista.