Por Miles Johnson
, Madrid
Repsol lanzó un ataque sobre Chevron por invertir en activos expropiados de la compañía de energía española en Argentina, describiendo las acciones de la petrolera estadounidense como “escandalosas” y una violación a “los principios éticos más elementales”.
Ayer Repsol presentó también una queja contra Argentina ante el brazo de resolución de controversias del Banco Mundial que, si resulta exitosa, podría obligar al gobierno argentino a emitir una notificación para interrumpir cualquier transacción relacionada con los activos de su ex división YPF, la que fue nacionalizada el año pasado.
Doble estándar
La compañía petrolera española arremetió contra Chevron por firmar un acuerdo con el gobierno de Cristina Fernández para desarrollar los activos, acusando al grupo estadounidense de “aplicar descaradamente un doble estándar a su acuerdos de negocios”.
“Tenemos que preguntarnos que pediría Chevron a la comunidad internacional si, como un inversionista en Argentina, estuviera sufriendo una situación similar a la de Repsol. Es escandaloso que Chevron esté actuando de una manera contraria a la ley y a los principios éticos más elementales”, indicó en un comunicado Repsol.
Este mes Chevron alcanzó un acuerdo final para invertir US$ 1.240 millones en la formación de shale de Vaca Muerta, la que fue el principal activo de YPF, transformándose en el primer grupo internacional en invertir en Argentina desde que el gobierno expropió la compañía el año pasado.
Chevron dijo en respuesta a Repsol: “la compañía está defendiéndose enérgicamente de las acusaciones de Repsol y cree que no hay una base legal para sus demandas. Nos mantenemos comprometidos firmemente a nuestra relación de negocios de larga data con YPF”.
Repsol ya está demandando a Argentina por US$ 10.500 millones en compensación, y tomando acciones legales en contra de Chevron en España y Estados Unidos por buscar inversiones con YPF en los activos de Vaca Muerta.
Argentina tiene numerosos reclamos internacionales pendientes en su contra luego de su cese de pago de deuda al comienzo de la década pasada.