Por Hugh Carnegy
, Paris
Los productores de vino en un área vinícola de la región francesa de Borgoña están tambaleándose por una rara granizada que en algunas viñas borró la cosecha.
La conjunción de dos tormentas, una soplando aire caliente desde el sur, la otra aire frío desde el norte, arrasó el área de Côte de Beaune la tarde del martes en 20 minutos, golpeando a las uvas, arrancando hojas de las parras e inundando los viñedos.
Pierre Cornu, quien administra Domaine Edmond Cornu et Fils cerca de Beaune, afirmó que una de sus viñas en Savigny-lès-Beaune sufrió entre 80% y 100% de daño en la cosecha de este año.
“Fue una tormenta enorme”, declaró. “Nunca he visto una tormenta como esa. Los granizos eran tan grandes como una pelota de ping pong y hubo ráfagas de viento gigantes”.
El ministro de Agricultura de Francia aseguró el viernes que hasta un 40% de los viñedos fueron golpeados en Côte de Beaune, que representa cerca de 10% de la producción anual de 200 millones de botellas de la región de Borgoña. El daño en la cosecha en las viñas afectadas variaba entre 10% y 100%.
Entre los distritos vitivinícolas mejor conocidos y más golpeados estuvieron Pommard, Volnay, Monthélie, Beaune y Meursault, según BIVB, la junta de vinos de Borgoña, que estima las pérdidas en más de 4 millones de botellas. “En 40 años nunca hemos visto una zona entera golpeada como esta”, expresó una vocera de BIVB. “En 20 minutos, todo estaba arruinado”.
Uno de los productores más golpeados fue Domaine Coste-Caumartinen Pommard, fundado en 1793 y controlado por Jérôme Sordet, entre cuyos vinos está Le Clos des Boucherottes, grand cru. “Fue lo que llamamos un granizo seco, grandes granizos sin lluvia”, acotó. “Duró 15-20 minutos antes de que se convirtiera en lluvia, pero para entonces el daño ya estaba hecho. Temo que perdí cerca de 50% de mi cosecha”.
El golpe siguió a una débil cosecha el año pasado, cuando el área también se vio afectada por granizos.
Sordet, que produce cerca de 65 mil botellas al año, expresó que su producción de 2012 cayó en un tercio, aunque la calidad fue muy alta. “Dos años seguidos. Es un poco mucho”, comentó.
El tema es cuánto se van a recuperar los vinos afectados. El temor es que más tiempo húmedo causará enfermedades en las plantas y pudrirá a las uvas sobrevivientes.
Cornu, quien exporta su grand cru Corton-Bressandes y sus vinos Ladoix y Aloxe Corton a 36 países, afirmó que era vital evitar “el sabor a granizo”, similar a un vino con sabor a corcho, que puede ocurrir cuando el granizo daña a uvas podridas. “Es un problema particularmente con los vinos tintos”, detalló.
Rescatar la cosecha depende ahora del tiempo, según Cordet.