Por Chris Giles
¿Impulsará el bebé real a la economía británica? Esta pregunta estaba en casi todas las bocas cuando el tercero en la línea de sucesión al trono nació el lunes. Pero el día en que el Príncipe de Cambridge emergió al mundo, algunos economistas no pudieron contenerse.
Howard Archer, economista jefe para Europa y Reino Unido de IHS Global Insight, publicó una nota previendo que el efecto del nacimiento sería “abrumadoramente positivo”. El Centro de Investigación de Retail, una compañía de Nottingham, hizo un pronóstico aún más específico, diciendo que el nuevo príncipe impulsará las ventas minoristas en 243 millones de libras (US$ 373 millones) en las nueve semanas entre el 1 de julio y el 31 de agosto.
En lo que se refiere a las preguntas relacionadas con la monarquía, los efectos macroeconómicos palidecen hacia la insignificancia, especialmente cuando se comparan con la pertinente pregunta de la Reina en 2008 sobre la crisis económica “¿Por qué nadie lo vio venir?”.
Para cuantificar los efectos del nuevo príncipe en la fortuna económica del Reino Unido, primero hay que distinguir entre “señal” y “escala”. Por señal, los economistas intentan distinguir entre una influencia positiva o negativa. Archer responde que será “abrumadoramente positiva”, ya que, a diferencia de la boda real en 2011 y el jubileo de diamante en 2012 -que tuvieron feriados adicionales que restaron producción- el nacimiento real de 2013 “no tiene repercusiones negativas obvias”.
Afirma después que el efecto estaría limitado a un alza en las ventas minoristas y de alcohol. Pero el gasto en productos relacionados con el bebé podrían compensar la caída de otros gastos. E importa si los bienes son producidos localmente.
La escala es más fácil. En los tres meses más recientes, las ventas minoristas sumaron 87 mil millones de libras. Si las estimaciones del centro son certeras, el nacimiento aumentaría las ventas en tres meses en menos de 0,3%. Ya que el sector de distribución contribuye con un 7% del Producto, esto elevaría el PIB en 0,02% con un efecto negativo igual en el próximo trimestre.
Si todo el gasto fuera adicional y se gastara en bienes y servicios británicos, el PIB podría subir en casi 0,06% en un trimestre. Como sea que se vea, incluso si la señal es positiva, la escala es diminuta. No hay que mirar al príncipe por una recuperación.