Roberto Azevêdo, el nuevo jefe de la Organización Mundial de Comercio, usó su discurso de debut para hacer un entusiasta llamado para que los miembros logren un acuerdo en Bali más adelante en el año que sumaría hasta US$ 1 billón (millones de millones) a la economía global.
El brasileño, quien reemplazó a Pascal Lamy a comienzos de este mes, dio la tarea de reenergizar el organismo de 159 miembros en momentos en que muchos están cuestionando su valor como un foro de negociaciones gracias a su inhabilidad de lograr avances en la ronda de Doha de negociaciones de comercio que ya tiene 12 años.
Los países miembros fijaron una meta de lograr un acuerdo limitado llamado “Doha Ligero” sobre la seguridad alimenticia y reducir la burocracia en las fronteras en la reunión ministerial bienal en Bali en diciembre. Algunos analistas han puesto el beneficio potencial de tal acuerdo para la economía global en hasta US$ 1 billón.
Pero las conversaciones han progresado lentamente y Azevêdo afirmó en su discurso inicial ayer frente al Consejo General de la OMC que los esfuerzos necesitaban ser más agresivos. En riesgo, declaró, estaba el futuro del sistema multilateral de las negociaciones comerciales.
“El sistema multilateral de comercio sigue siendo la mejor defensa contra el proteccionismo y la mayor fuerza para el crecimiento, la recuperación y el desarrollo”, expresó Azevêdo. “Sin embargo, mientras asumo este rol, está claro que el sistema está en problemas”.
“La percepción en el mundo es que hemos olvidado cómo negociar. La percepción es de ineficacia. La percepción es de parálisis”, expresó. “Debemos enviar un mensaje claro e inequívoco al mundo que la OMC puede lograr acuerdos multilaterales de comercio”.El mundo no “esperaría a la OMC indefinidamente”.
Ya existen signos de que algunos de los grandes miembros ya no están esperando avances en la ronda de Doha.
EEUU lanzó negociaciones para lograr dos acuerdos regionales, con la Unión Europea y en forma separada con diez países del Cinturón del Pacífico como parte de la iniciativa Trans-Pacific Partnership (TPP). Mientras las conversaciones EEUU -UE están en etapas iniciales y cualquier acuerdo potencialmente a años de concretarse, los funcionarios de EEUU han dicho que les gustaría finalizar el pacto TPP a fin de año.
Mientras Lamy había sido crítico de esas negociaciones, Azevêdo afirmó que no las veía como una amenaza.
“Mi preocupación no es que se estén realizando estas negociaciones”, comentó después de su discurso. “Mi inquietud es con el sistema de comercio multilateral que no está negociando”, acotó.
La OMC recortó sus proyecciones de crecimiento del comercio global para este año a 2,5% desde 3,3% y a 4,5% desde 5% en 2014.