Por Richard McGregor
Washington
La decisión de Ben Bernanke de ofrecer una guía sobre la reducción de la compra de activos de la Reserva Federal se hizo en un momento “inapropiado”, dijo James Bullard, el presidente de la Reserva Federal de St Louis.
La decisión anunciada por el presidente de la Fed el miércoles de que las compras de activos (lo que se conoce como QE3) probablemente terminarán a mediados de 2014, fue aprobada por un inusual voto dividido de 10-2 en el Comité de Mercado Abierto (FOMC, su sigla en inglés) del banco central, con Bullard diciendo que quería “señalar de forma más fuerte la voluntad (de la Fed) de defender la meta de inflación”.
En un comunicado amplificando su desacuerdo, Bullard aseguró que “para mantener la credibilidad, el comité debe defender su meta de inflación cuando la inflación está bajo la meta al igual que cuando está por encima”.
“El comité estuvo, a través del resumen del proceso de proyecciones económicas, bajando su evaluación tanto del crecimiento real como de la inflación para 2013, y simultáneamente anunciando que una política menos acomodativa podría estar en reserva”, dijo el comunicado.
“El presidente Bullard sintió que un enfoque más prudente habría sido esperar a señales más tangibles de que la economía se está fortaleciendo y que la inflación estaba en camino a volver hacia la meta, antes de hacer ese anuncio”.
Agregó que pese a que no estaba de acuerdo con gran parte de la decisión, creía que el FOMC “puede dirigir una política monetaria apropiada y efectiva hacia el futuro”.
Bernanke sostuvo que el calendario para la reducción de la compra de activos era resultado de un consenso entre las autoridades del banco central. Afirmó que la disminución del ritmo mensual de compras de US$ 85 mil millones comenzaría a fines de este año -asumiendo que la perspectiva económica mejorara como se espera- y continuaría hasta que el programa termine a mediados de 2014, a medida que la tasa de desempleo baja a 7%.
La plataforma había sido establecida más temprano en el día con la actualización por parte de las autoridades de la Fed de su evaluación de la economía. Pese a que la Fed revisó a la baja ligeramente su estimación de crecimiento para 2013, a 2,45%, aún prevé una aceleración en el segundo semestre del año. También elevó su pronóstico de crecimiento para 2014 a 3,25%, por encima de los pronósticos privados.
Bernanke ha dicho consistentemente que el ritmo de compra de bonos será ajustado dependiendo de la perspectiva económica.