Por Robin Harding
Washington
El ritmo desigual de crecimiento económico global en “tres velocidades” está creando nuevos desequilibrios financieros que podrían ser las semillas de una futura crisis, advirtió Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional.
Las observaciones de Lagarde destacan la tendencia dominante en la economía global en donde las economías emergentes se expanden rápidamente aun cuando los países desarrollados usan políticas monetarias más agresivas para poner en marcha el crecimiento.
Lagarde advirtió que la economía global está enfrentando una serie de “viejos” y “nuevos” riesgos, incluyendo el crecimiento de la deuda y la exposición de monedas extranjeras en mercados emergentes, aprovechando las bajas tasas de interés para endeudarse en el extranjero, así como las insostenibles finanzas públicas en Estados Unidos y Japón.
La advertencia de Lagarde llegó al mismo tiempo que las minutas de la reunión de la Reserva Federal de EEUU -que fueron enviadas accidentalmente por un empleado a una lista de contactos en el Congreso- mostraran que el banco central está listo para desacelerar su programa QE3 de compra de activos en este verano (boreal).
Muchos funcionarios del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed señalaron que la mejora en el mercado laboral debe provocar un disminución del QE3 desde
US$ 85 mil millones mensuales “en algún punto dentro de las próximas reuniones”.
Sólo algunos funcionarios del comité creen que la economía será lo suficientemente débil como para mantener funcionando el QE a su ritmo actual hasta fin de año.
Pero el balance ya podría haber cambiado porque el debate se instauró antes de que los datos débiles de marzo mostraran un crecimiento del empleo de sólo 88 mil personas. Las actas también mostraron que la Fed estaba inclinándose a un cambio en su “estrategia de salida” de la política monetaria laxa, en virtud de la cual mantendría valores respaldados por hipotecas hasta que maduren en lugar de venderlos.
Personeros del comité señalaron que mantener los fondos hasta que maduren ayudaría a que el mercado funcione sin problemas y reduciría el riesgo de un fuerte salto en los rendimientos que puedan ser perjudiciales para la estabilidad financiera.
Hablando en Nueva York antes de la próxima reunión de primavera del FMI/Banco Mundial en Washington, Lagarde dijo que los riesgos para la economía mundial parecían bajo control. “Pero debemos estar alertas a cualquier señal de aviso” aseguró.
“Durante los últimos cinco años el endeudamiento de las empresas en moneda extranjera en mercados emergentes ha aumentado en cerca de 50%. En el último año, el crédito bancario ha subido 13% en Latinoamérica y 11% en Asia”.