Por P. Spiegel/P. Ehrlich
Bruselas/Frankfurt
Europa puede haber llegado a los límites políticos de cuán lejos puede ir con las políticas económicas guiadas por la austeridad debido a la creciente oposición en la periferia de la zona euro golpeada por la recesión, afirmó ayer el presidente de la Comisión Europea.
José Manuel Barroso aseguró que mientras él todavía cree en la necesidad de extensas reformas económicas y drásticos recortes en déficit presupuestarios, aquellas políticas necesitan ser “aceptadas, política y socialmente”, lo que ahora estaba en riesgo.
“Si bien está política es fundamentalmente correcta, creo que ha alcanzado sus límites en muchos aspectos”, expresó. “Para que una política sea exitosa no sólo tiene que ser diseñada adecuadamente. Tiene que tener el mínimo de apoyo político y social”.
Los comentarios de Barroso llegan mientras los defensores de la austeridad como respuesta a la crisis están a la defensiva luego de una revuelta electoral en Italia, una recesión más profunda en gran parte del bloque y la desacreditación de un influyente texto académico que argumentaba que la alta deuda gubernamental dificulta severamente el crecimiento.
Sus observaciones son particularmente influyentes, ya que la comisión tiene extensos nuevos poderes para determinar si es que los países de la zona euro en problemas son capaces de aflojar o ajustar el cinturón. Las acotaciones llegaron el mismo día en que la Eurostat publicó los datos que mostraron que la deuda en muchos países complicados de la zona euro continuó disparándose a pesar de los recortes presupuestarios y las alzas de impuestos sin precedentes.
De los cuatro países que recibieron ayuda de la UE en 2012, sólo Grecia vio reducir sus niveles de deuda, desde 170% de la producción económica en 2011 a 157%, aún la más alta en la UE.
Los niveles de deuda de Irlanda, España y Portugal alcanzaron máximos en la era del euro el año pasado, con Portugal cerca de superar a Italia como la segunda nación más endeudada en la zona euro. La deuda de Lisboa saltó a 124% del Producto Interno Bruto desde 108%, muy cerca de Roma, cuya deuda creció desde 121% a 127%. En términos generales, la deuda soberana de la zona euro subió a 90,6% del PIB el año pasado, el nivel más alto hasta la fecha.
El informe destacó las diferencias entre la periferia y el corazón del bloque, especialmente Alemania, cuya deuda se mantuvo plana por tercer año consecutivo.