La visión de que China está creciendo mucho más lento de lo que muestran las cifras oficiales se está haciendo predominante, con los inversionistas globales entre los que están basando sus decisiones en una tasa cercana a 5%.
Según las estadísticas del gobierno, la economía china creció a un ritmo anual de 7% en el segundo trimestre, en línea con la meta de Beijing para el año y la estimación del Banco Mundial de un 7,1%.
Sin embargo, desde hace tiempo hay dudas sobre la veracidad de los datos económicos de China, con muchos analistas creyendo que las cifras han sido subestimadas durante los períodos de crecimiento rápido y exageradas durante la desaceleración actual. Un estratega de un administrador de activos europeo describió la cifra oficial de expansión como "una herramienta de propaganda muy burda".
La decisión reciente del Banco Popular de China de devaluar el yuan, una jugada que sacudió a los mercados en todo el mundo, ha sido vista como evidencia de que la economía china tiene una salud mucho más deteriorada de que lo que indican los datos oficiales.
Otros han recurrido a otras estimaciones, como el "índice Li Keqiang", una serie de indicadores favorecidos por el primer ministro de China, como la producción eléctrica y los volúmenes de carga férrea. Muchos de esos indicadores entraron en corrección a fines del año pasado.
Bob Browne, jefe de inversiones de Northern Trust, afirmó que la firma bajó recientemente su estimación de crecimiento para China para los próximos cinco años a "poco más de 5%", lo que aseguró que fue un reconocimiento de que usar las cifras oficiales "ya no era apropiado".
"No podemos conciliarlo con las encuestas del sector privado o con cifras más válidas del gobierno", dijo.
La naturaleza y tasa verdadera del crecimiento chino es un ingrediente vital para los inversionistas y economistas que intentan medir la demanda por los commodities globales y estimar las tasas de crecimiento de los países que los producen.
Las bruscas caídas en el precio de las materias primas, como el petróleo, cobre y mineral de hierro, en el último año son vistas como prueba de que China, el mayor consumidor de commodities, está creciendo muy por debajo de la cifra oficial.