Por Robin Harding
Washington
Casi 100 legisladores y académicos escribieron al Congreso de Estados Unidos pidiendo la ratificación de reformas cruciales del Fondo Monetario Internacional, que fueron acordadas por líderes internacionales hace más de dos años.
Quienes firmaron argumentan en una carta abierta, enviada a los líderes de la Cámara de Representantes y del Senado ayer y vista por el FT, que si EEUU no se inscribe debilitará su autoridad en las negociaciones en el G20 y otras instituciones que gobiernan la economía mundial.
“El fracaso en actuar disminuiría el rol de EEUU en la toma de decisiones de la economía internacional y debilitaría los esfuerzos estadounidenses para promover el crecimiento y la estabilidad financiera”, dice la misiva.
Los firmantes incluyen a los directores del área internacional del Tesoro bajo administraciones republicanas y demócratas. Entre ellos están Tim Adams, quien trabajó para George W. Bush, y Jeffrey Shafer, parte de la administración Clinton.
La reforma de 2010 duplica la cuota del FMI a
US$ 720 mil millones; cambia seis puntos porcentuales del total de la cuota a países en desarrollo; y desplaza dos de los 24 cargos de director desde las naciones europeas a los países en desarrollo.
Pero no puede entrar en vigor hasta que EEUU ratifique el paquete. Algunos republicanos en la Cámara se oponen a darle más recursos al Fondo.
Una opción es atar el alza de la cuota en una ley para financiar el gobierno -una llamada “resolución de continuación” que debe ser aprobada a fin de mes- pero la Cámara no incluyó al FMI en una versión visada la semana pasada.
Un vocero de John Campbell,
el republicano que lidera el subcomité relevante, afirmó que estaba esperando que Barack Obama enviara una solicitud “oficial y detallada”. Según él, la lógica del presidente para la cuota es “particularmente importante”.