Por Hugh Carnegy
París
El gobierno de Francia dio a conocer una reforma al sistema de pensiones, golpeado por el déficit, que eleva el nivel y duración de las contribuciones, pero evita algunas de las medidas exigidas por la Unión Europea y otros que buscan una revisión más radical.
Ansiosos de evitar un brote de conflicto social que acompañó los anteriores esfuerzos de reformas, el gobierno se apegó a una promesa del presidente François Hollande de no elevar la edad mínima de jubilación de 62 años. En vez de eso, enfrentó un déficit en el sistema de pago inmediato que iba a alcanzar 20.700 millones de euros (US$ 27.720 millones) en 2020, y las contribuciones de empleados y empleadores se elevarían progresivamente durante cuatro años para totalizar un incremento de 0,3 punto porcentual en 2017, o 4,50 euros mensuales por trabajador sobre el sueldo mínimo.
El período de contribución requerido para ganar una pensión completa no cambiará antes de 2020, pero se elevará desde el actual período de 41,5 años a 43 años para 2035, golpeando a todos aquellos que nacieron después de 1973.
Esto significa que, aunque el gobierno ha evitado un incremento en la edad mínima de jubilación, la mayoría de la gente tendrá que trabajar más allá de los 62 años para ganar una pensión completa.
“Llevará, poco a poco, a un alza en la edad efectiva de jubilación y es debido a esto que es una reforma estructural mayor”, comentó el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, quien anunció las medidas.
Los líderes empresariales franceses habían hecho una dura campaña en contra de un incremento en las contribuciones o de los impuestos, preocupados por el efecto en competitividad de Francia que ya está dañada por el alto costo laboral del país y una carga impositiva que está entre las más altas de Europa.
Pero el gobierno socialista dejó las propuestas anteriores de aumentos de tributos directos y, en una jugada sorpresiva, se comprometió a tomar más medidas, hasta ahora no especificadas, desde el próximo año para asegurar que el incremento en las contribuciones de las pensiones no lleve a un aumento neto en los costos laborales para los empleadores desde 2014.
En mayo, la Comisión Europea pidió un incremento en las edad de jubilación, para una adaptación de la indexación de la pensión y una revisión de varias exenciones en el sistema francés, los que habían sido agobiados al elevarse el desempleo.