Por Joe Leahy,
São Paulo
En los mercados de capital de Brasil, una vieja estrella de rock ha estado amenazando con volver este año: las aperturas a bolsa.
Después de una ausencia de dos años, en la cual el número de ofertas públicas iniciales (OPI) se podía contar con una mano, más empresas brasileñas se están atreviendo a anunciar su intención de abrirse a bolsa.
Eso a pesar de un año que hasta ahora ha sido tumultuoso para el índice de referencia Bovespa y a un ambiente internacional que es ligeramente mejor.
El mercado está tan difícil que un emisor, Biosev, la unidad brasileña de azúcar y etanol del operador internacional de commodities Louis Dreyfus, tomó la inusual medida de ofrecer una garantía de devolución de dinero a los inversionistas para obtener su segundo intento de salida a bolsa esta semana. Fue exitosa, con la compañía aumentando cerca de US$ 408 millones.
Otros que también están en espera de abrirse a bolsa son el Banco de Brasil, que está planificando una apertura por US$ 6 mil millones de su división de seguros.
Luego está Gol, la segunda aerolínea más grande de Brasil por ventas, que quiere sacar a bolsa su programa de viajero frecuente Smile, y Votorantim Cimentos, una compañía de cementos.
“La cantidad de OPI anunciadas convertirán a Brasil en uno de los principales emisores del mundo este año si se completan”, dijo Pedro Bastos, director ejecutivo de Manejo de Inversiones en HSBC en Sao Paulo. “La transacción del Banco de Brasil por sí sola marcará una diferencia”.
El año pasado las compañías brasileñas recaudaron la menor cantidad de dinero a través de la venta de acciones desde 2005, con
US$ 7.600 millones.
Estuvo muy lejos del año del boom de 2010, cuando vendieron cerca de
US$ 50 mil millones de acciones y fue el primer año desde 2003 en que las compañías mexicanas recaudaron más que sus contrapartes brasileñas: US$ 9 mil millones en total.
El difícil mercado limitó el número de IPO brasileñas a sólo tres, recaudando un total de sólo US$ 2 mil millones. BTG Pactual, el banco de inversión local, representó la mayor parte de esta cifra, vendiendo
US$ 1.730 millones de acciones.
Este año el número de ofertas de acciones se ha incrementado, con las compañías brasileñas recaudando US$ 3 mil millones en el primer trimestre, o diez veces más que el año anterior. Pero nuevamente, los emisores mexicanos lideraron a la región con US$ 4.400 millones de acuerdos durante el trimestre, según Dealogic.
La recaudación de fondos de Brasil ha incluido sólo dos OPI, de acuerdo con datos de Bloomberg, la oferta por US$ 265 millones de Linx, una compañía de software, y otra pequeña apertura de la compañía tecnológica Senior Solution.
“El mercado sigue siendo ajustado, está sólo abierto a aquellos que se pueden diferenciar y ofrecer algo que genere valor real”, dijo Fabio Matsui de Cypress, un banco de inversión boutique en Sao Paulo.
Las difíciles condiciones quedan en evidencia en el Bovespa, que ha caído 14,7% este año a 53.990,83 puntos, con preocupaciones por el crecimiento más débil de lo esperado en China y la expansión de Estados Unidos.
Los inversionistas también están preocupados por las perspectivas de Brasil, con un Producto Interno Bruto expandiéndose a menos de 1% el año pasado, pese a que la inflación llegó a la cima del rango meta del banco central de 4,5% más o menos 2 puntos porcentuales.
El banco central elevó el miércoles la tasa de interés de referencia, Selic, y se espera que esto dé inicio a un nuevo ciclo de ajuste, que termine con un período de tasas de interés en mínimos récord.
“Las autoridades están bajo presión para probar que no han sido débiles en cuanto a la inflación, y sospechamos que esto se traducirá en un aumento de tasas este mes”, dijo en una nota el centro de investigación Capital Economics en Londres.
El debilitamiento en el Bovespa también se ha debido a factores internos. La caída en el ciclo de commodities y un menor panorama global para los precios del petróleo ha pesado sobre Vale, el mayor productor de mineral de hierro en el mundo, y Petrobras, la compañía petrolera nacional.
A favor del mercado, por otra parte, está que las acciones se están transando a 10,4 veces las ganancias estimadas a doce meses, en la mitad del rango comparado con los últimos cinco años.
“Ahora tenemos algo que no teníamos antes, que es una valuación muy atractiva”, dijo Bastos de HSBC.
En este entorno, las compañías que son bien valoradas y tienen algo fuera de lo común para ofrecer todavía pueden salir a bolsa, dicen los banqueros.
La apertura a bolsa de BB Seguridade Participacoes, de Banco do Brasil, podría ser atractiva porque los seguros son aún un industria en crecimiento en Brasil, que apunta a las boyantes clases medias del país. El éxito de la unidad Smiles, de Gol, dependerá de la situación financiera de la empresa.