La Reserva Federal de EEUU aún sigue comprando US$ 85 mil millones de títulos al mes. Sin embargo, los indicios de que eso pronto se reducirá han puesto a los mercados al borde del abismo. La transformación económica en los países emergentes, sin embargo, es demasiado profunda para ser deshecha por un simple temporal.
Si los malos tiempos se avecinan, el horizonte a largo plazo para la mayoría de ellos es positivo.
Hay varias malas noticias. La rupia india ha perdido otro 2,5% en lo que va de la semana frente al dólar, y está en un mínimo récord. La rupia de Indonesia ha caído 3,6%; su bolsa 9%. Las ventas abarcan a países desde Tailandia a Turquía, Sudáfrica y Brasil.
Los temores de que esto presagie una crisis financiera a gran escala son prematuros. Pese a que muchos países emergentes están experimentando burbujas de crédito causadas por la gestión de la crisis del mundo desarrollado, la composición de los flujos de capital es más saludable que antes de la crisis asiática.
En promedio, más de la mitad de los influjos a los mercados emergentes son de capital privado, en su mayor parte de inversión directa. Muchos países tienen grandes reservas o monedas flotantes con las cuales mitigar la revocación de los flujos de portafolio, lecciones aprendidas de la crisis asiática.
Incluso India, con un gran déficit de cuenta corriente, tiene una posición neta de activos tolerable. Las cosas se ven peores para los países en la periferia europea, como Turquía.
La contracción del crédito todavía podría frenar el crecimiento. Un fuerte despertar podría resultar en países que han dependido en gran medida de créditos para impulsar el desarrollo. Pero las fortalezas fundamentales de las economías que han manejado décadas de fuerte crecimiento no serán sacudidas por la reducción del estímulo y sus consecuencias en el mercado a corto plazo, ni siquiera por una tendencia de crecimiento más lento.
El mundo emergente tiene muchos desafíos. Naturalmente, debe preocuparse de navegar la actual turbulencia y el daño que podría causar. Sus economías también deben seguir reformándose para cumplir su potencial de alcanzar al mundo desarrollado. Pero la mayoría de los logros de estas economías hasta ahora muestran que un patrón de progreso económico de largo está abierto para ellos más allá de los baches de corto plazo en el camino.