Por Richard Milne
Corresponsal en los países nórdicos
La navegación por el Ártico se prepara para un año récord, subrayando cómo el derretimiento del hielo en el mar está elevando la perspectiva de una importante nueva ruta comercial entre Asia y Europa que reduzca cientos de kilómetros de viaje.
En lo que va del año, los administradores de la Ruta Marítima del Norte (NSR, su sigla en inglés) –que se extiende a lo largo de la costa norte de Rusia- han entregado permisos de navegación a 204 barcos. Eso se compara con 46 buques en 2012, y sólo cuatro en 2010.
Los expertos pronostican un alza mayor en la navegación por el Ártico en las próximas décadas, pero dicen que tomará varios años para que sea una alternativa comercial viable a la ruta del sur a través del Canal de Suez.
Valentin Davydants, capitán de la flota rusa Atomflot, de rompehielos impulsados por energía nuclear, prevé un aumento en más de diez veces entre Asia y Europa a 2021, para cuando la ruta podría estar abierta ocho meses al año. El Instituto Marítimo de Corea del Sur estima que NSR, antes conocida como el Pasaje del Nordeste, podría representar un 25% del comercio entre Asia y Europa a 2030.
“Es un hecho que la actividad aumentará y aumentará masivamente. Pero creemos que el potencial comercial será limitado por un par de años”, dijo Sturla Henriksen, director general de la asociación de navieras noruegas en una conferencia sobre el Ártico.
Jong-Deog Kim, director de la división del Instituto Marítimo de Corea, afirmó: “si se cumplen las condiciones, la NSR se convertirá en una opción atractiva en términos de tiempo y dinero. Creo que habrá un mayor uso si los actuales problemas de las rutas establecidas empeoran”.
El tiempo de navegación desde Rotterdam a Kobe, en Japón, o a Busan en Corea del Sur, usando la NSR, debería ser 23 días, en comparación con 33 días a través del canal, según Davydants. Los barcos cruzarían entre el Ártico y el Pacífico a través del Estrecho de Bering entre Siberia y Alaska. Desde el puerto ruso de Murmansk el viaje duraría 18 días usando la NSR, frente a los 37 por el canal.
Davydants pronostica que, a 2021, se podrían transportar 25 millones de toneladas de gas natural licuado y petróleo desde el Ártico ruso, además de 15 millones de toneladas de comercio entre Asia y Europa. El año pasado se transportaron 1,26 toneladas entre los dos continentes a través de la NSR.
El potencial de la navegación por el Ártico está captando interés no sólo de países asiáticos como China, Singapur y Corea del Sur, sino también de naciones europeas.
Islandia está considerando construir un puerto ártico en Finna Fjord, el noreste del país, según la alemana Bremenports, que coordinaría el proyecto. Finna Fjord estaría libre de hielo todo el año.
El alza de la navegación por el Ártico está generando temores por la seguridad. “Está libre para todos actualmente, y sólo tomaría que ocurra un accidente para que lo arruinara para todos”, dijo una de las navieras más grandes de Europa. La Organización Marítima Internacional espera adoptar un código obligatorio para la navegación por el Ártico a 2015.
Expertos advierten que deshielo es una "bomba de tiempo económica"
Por Pilita Clark, Londres.
El rápido derretimiento del hielo del Ártico y el permahielo es una "bomba de tiempo económica" que probablemente le cueste al mundo al menos US$ 60 billones (millones de millones), dijeron investigadores que han comenzado a calcular las consecuencias financieras.
La caída récord del hielo del Ártico ha sido vista, hasta ahora, como beneficioso económicamente, ya que abre rutas marítimas y la posibilidad de realizar perforaciones en una región que se cree que contiene un 30% del gas no descubierto del mundo y un 13% del petróleo no descubierto.
Sin embargo, el rol esencial del hielo del Ártico en regular las corrientes de los océanos y el clima significa que, a medida que se derrita, es probable que ocurran cambios que dañarán las cosechas, inundarán las propiedades y destrozarán la infraestructura en todo el mundo, según una investigación de académicos de la Universidad de Cambridge, de Inglaterra, y de la Universidad de Rotterdam Erasmus, de Holanda.
Esto crearía costos que superarán los beneficios en tres o cuatro veces, dijo Chris Hope, de la Escuela de Negocios Judge, de Cambridge.
"Las personas están calculando los posibles beneficios económicos en miles de millones de dólares, y estamos hablando de los costos y daños posibles y los impactos adicionales de decenas de billones de dólares", afirmó Hope.
La temperatura del Ártico ha estado subiendo al menos dos veces más rápido que en el resto del mundo por muchos años, y la cantidad de hielo en el mar, que se derrite y se congela anualmente, ha estado cayendo a un área que equivale casi al tamaño del Reino Unido cada año desde 2001.
El año pasado, el hielo del verano (boreal) se redujo a su punto más bajo desde que comenzaron las observaciones satelitales en 1979.