Por Peter Spiegel
Bruselas
La Comisión Europea está bajo presión para asumir una línea más dura con Eslovenia en medio de crecientes preocupaciones de que disputas internas dificulten la capacidad del país para reformar su aproblemado sector bancario y evitar convertirse en el próximo país en ser rescatado en la eurozona.
Según dos altos funcionarios de la eurozona, las preocupaciones se centran en la “no-cooperación” entre el Ministerio de Finanzas de Eslovenia y el banco central, que supervisa el sector financiero. Uno de los funcionarios dijo que el banco central estaba siendo “obstruccionista” frente a los esfuerzos reformadores del nuevo gobierno.
El papel del banco central podría resultar particularmente problemático porque los tres mayores bancos locales -los más necesitados en caso de rescate- son estatales, lo que cuestiona la capacidad del supervisor de evaluar imparcialmente sus necesidades. “El gobierno tiene un problema de gobernabilidad de grandes proporciones”, añadió.
El Ministerio de Finanzas indicó que Eslovenia era “consciente de sus obligaciones fijadas por la Comisión Europea” y descartó la necesidad de medidas adicionales de Bruselas.
Tras el rescate de Chipre del mes pasado, Eslovenia surgió como el candidato más probable al próximo rescate de la eurozona debido a la creciente fragilidad de sus bancos y la dificultad del gobierno para recaudar dinero en el mercado de bonos.
Los mayores bancos eslovenos están apremiados por un creciente número de préstamos en mora emitidos en los años del boom anteriores a la crisis. Una fuerte recesión ha exacerbado las pérdidas, lo que hace necesario que el gobierno los recapitalice.
El gobierno pudo recaudar 3.500 millones de euros en una subasta de bonos la semana pasada, pero los costos de financiamiento estuvieron entre los más altos de la eurozona.
Según funcionarios de la Unión Europea, la semana pasada los viceministros de Finanzas de la eurozona no evaluaron un rescate total, sino que se centraron en otorgar nuevos poderes a la Comisión para forzar reformas en los países en crisis.
Una de las opciones más duras sería censurar a Eslovenia por no corregir sus desequilibrios económicos -una medida que permite a Bruselas multas a países de la UE por no implementar reformas con rapidez- y que es defendida por el Banco Central Europeo (BCE). Olli Rehn, jefe económico de la Comisión, deberá decidir al respecto hasta fines de mayo.