Por Michael Steen
Frankfurt
Dos funcionarios senior del Banco Central Europeo han hecho un llamado en conjunto para que se publiquen las minutas secretas de las reuniones mensuales de política monetaria del banco para mejorar la transparencia.
El BCE es el único de los grandes bancos centrales que no revela las minutas de sus encuentros, manteniéndolas guardadas en los archivos por 30 años en una medida que fue diseñada para permitirles a los 23 miembros del consejo gobernador tomar decisiones que podrían ir en contra de sus intereses nacionales.
Benoît Coeuré y Jörg Asmussen, un francés y un alemán que pertenecen a la junta ejecutiva de seis personas del banco, apoyaron la publicación de las minutas en una entrevista conjunta con periódicos de sus respectivos países publicadas ayer.
“Hubo un tiempo en que el BCE estaba por delante de la curva en sus comunicaciones y transparencia como el primer banco central con conferencias de prensa regulares por parte de su presidente. Ahora el BCE es el único banco central grande que no publica las minutas de sus reuniones”, afirmó Coeuré. “Hay una demanda en la sociedad por transparencia y responsabilidad. Por lo tanto, creo personalmente que el BCE debería comenzar a emitir sus actas pronto”.
Asmussen agregó que las minutas deberían identificar cómo votó cada miembro del consejo sobre ciertos temas y describir las razones de su voto.
Bajo los actuales arreglos, el presidente Mario Draghi sostiene una conferencia luego de cada reunión de política monetaria durante la cual generalmente no ofrece más detalles que decir si la decisión fue unánime o no, manteniendo la práctica fijada por sus predecesores.
Al preguntarle si es que la mayoría del Consejo apoyaría la publicación de las minutas, Asmussen comentó a Süddeutsche Zeitung y Le Figaro: “cada mayoría comienza como minoría. Es una discusión en desarrollo dentro del consejo”.
El consejo gobernador está compuesto por los seis miembros de la junta ejecutiva, incluyendo a Draghi y los 17 gobernadores de bancos centrales de los países de la zona euro. Es más probable que este último grupo enfrente presión si son vistos como que apoyan decisiones de política monetaria que podrían ser justificables para el bloque como un todo, pero podrían ir en contra del interés nacional más acotado de su país de origen. Las duras divergencias económicas de la zona euro -con grandes diferencias en las tasas de desempleo, perspectivas de crecimiento y ciclos empresariales en el bloque- sólo servirán para exacerbar esas presiones.
Además de Coeuré y Asmussen, Peter Praet, miembro belga de la junta ejecutiva, también ha apoyado la publicación de las minutas, manifestando a principios de mes que esto ocurriría “tarde o temprano”.