Por Q. Peel/H. Carnegy/P. Spiegel
Berlín/París/Bruselas
Alemania ha ignorado los llamados de sus socios de la eurozona para más estímulo económico al presentar planes para reducir el gasto y equilibrar su presupuesto en vísperas de una cumbre europea dedicada al crecimiento.
Wolfgang Schäuble, ministro de Finanzas de Alemania, dijo ayer que su presupuesto para 2014, que incluye recortes por más de 5.000 millones de euros para llevarlo por debajo de los 300.000 millones de euros, era una “fuerte señal para Europa”. El plan significa que Alemania logrará un presupuesto equilibrado en 2015, un año antes de lo requerido por la ley de “freno de deuda” inscrita en su Constitución.
Describió el plan de gasto de 2014 como “consolidación amigable con el crecimiento”, que apunta a probar al resto de la eurozona que “un presupuesto sostenible y el crecimiento no son mutuamente excluyentes”.
Philipp Rösler, ministro de Economía, dijo que las finanzas germanas eran “la envidia del mundo”.
La publicación del presupuesto se adelantó intencionalmente una semana para presentar las cifras antes de la cumbre de la UE, según funcionarios alemanes. A pesar de recortes para salud, seguridad social y medio ambiente, el plan pasó por el gabinete antes de lo previsto.
Difícilmente podría venir en un momento más sensible, ya que otros países de la eurozona, liderados por Francia e Italia, buscan una flexibilización de las duras directrices presupuestarias presentes en el pacto que forma la base del euro.
El presidente francés, François Hollande, cuyo gobierno socialista probablemente incumplirá por un significativo margen su meta de déficit presupuestario de 2013, insistirá para que la cumbre de la UE adopte una postura que muestre que el bloque no es sólo una “Europa de la austeridad” con políticas presupuestaria uniformemente rígidas, afirmó un alto funcionario en París.
Los líderes europeos deben “definir una estrategia económica para el ajuste presupuestario que sea equilibrada e inteligente, diferenciada para enfrentar la situación de países diversos”, añadió.
Francia quiere que el énfasis de la disciplina presupuestaria de la eurozona sea puesto en reducir déficit estructurales, más que nominales, lo que excluye los efectos del corto plazo de la desaceleración económica.
En Berlín, Schäuble se negó repetidas veces a comentar la situación gala, pero al seguir adelante con su propio presupuesto, que podría reducir a cero los requerimientos netos de deuda en 2015, envía una clara señal.
Los diplomáticos en Bruselas señalaron que la mayoría de las delegaciones esperaban restar importancia a las diferencias sobre la austeridad al menos hasta junio, cuando deberán decidirse diversas políticas de la eurozona.