Una de las cosas extrañas sobre las políticas monetarias no convencionales es la ausencia de un vigoroso debate acerca de los costos de estos experimentos, ya sea en Estados Unidos, en Japón o ahora en Europa.
En cambio, casi todo la discusión gira en torno al timing y a las consecuencias que tendrán para el mercado cuando concluyan. De hecho, es casi como si estas iniciativas tuvieran pocos perjuicios, al menos hasta ahora. Incluso cuando los límites de estas políticas se hacen evidentes, la solución parece más de lo mismo en vez de llamados para un enfoque diferente.
Un nuevo informe de Swiss Re está cambiando eso. El reporte calcula que los ahorristas estadounidenses han perdido US$ 470 mil millones en ingresos por tasas de interés, y eso neteando los menores de costos de deuda. Las políticas del banco central implican "toda una serie de consecuencias indeseadas; burbujas de precios de activos, un proceso de intermediación de crédito deteriorado y un aumento de la desigualdad económica son sólo unos pocos", advierte el informe.
El reporte llega en un momento de creciente preocupación entre las aseguradoras y los gestores de fondos de pensiones públicos respecto de que los beneficios que prometen a los ahorristas y a los jubilados se reducirán como resultado de estas políticas. Esto se debe a que poseen una parte significativa de sus activos en títulos de renta fija para cubrir sus obligaciones de largo plazo. Los ingresos no percibidos por las aseguradoras en ambos lados del Atlántico podrían sumar US$ 400 mil millones.
Mientras tanto, el aumento de US$ 9 billones (millón de millones) en riqueza bursátil de los hogares desde 2008 "ha beneficiado sobre todo a los más ricos de la sociedad", agrega. "Si el aumento de la riqueza ha dado lugar al llamado "efecto riqueza"(es decir, el impacto en el consumo real) es cuestionable. No hay evidencia clara de que las ganancias relacionadas con el capital se hayan traducido en consumo adicional y, por lo tanto, en crecimiento económico real". En otras palabras, con el aumento de los salarios todavía muy por debajo de las expectativas, hay pocas esperanzas de que la demanda del hogar promedio pueda recuperarse pronto.
El informe también llega cuando la incapacidad de estas políticas no convencionales para sanar a la economía real y la dificultad de salir de ellas sin provocar un derrumbe del mercado nunca han sido tan evidentes. A pesar del estímulo, el crecimiento económico se mantiene débil. En EEUU, ha habido "una ola de contracciones en los tres meses a febrero en la producción manufacturera, consumo de bienes reales, volúmenes de exportación y construcción", mencionaron los economistas de JPMorgan.
El principal efecto de estas políticas es darle a las compañías más incentivo para invertir en compra de acciones que invertir en plantas y equipos en su propio negocio.
Pero las ganancias corporativas no han mejorado fundamentalmente. En EEUU, las ganancias corporativas ajustadas declinaron 5,5% anual en el último trimestre de 2014. "Creemos que la progresión del ciclo empresarial comenzará gradualmente a estrechar los márgenes empresariales (y de ganancias)", acotó el economista Michael Feroli de JPMorgan.
Las acciones en EEUU se mantuvieron prácticamente planas en el primer trimestre. Hoy, los analistas están recortando sus estimaciones de ganancias corporativas. Sus expectativas para el S&P 500 han caído 8% en los últimos tres meses, el mayor recorte en cualquier trimestre reciente, según Bank of America Merrill Lynch. Las firmas no son premiadas por sus inversiones de largo plazo que demoran en pagar. Es mejor comprar crecimiento a través de fusiones y adquisiciones. Es por eso que en el primer trimestre las transacciones globales de casi US$ 900 mil millones estuvieron en su máximo desde 2007, según Dealogic.
Sin duda, las aseguradoras tienen interés en criticar las políticas que reducen tanto los retornos que pueden pagar a sus clientes como sus propias perspectivas empresariales. Pero sería triste si la principal conclusión que los lectores del informe sacan es vender sus acciones de las aseguradoras.