Por Joe Leahy, Sao Paulo
Las aerolíneas brasileñas están buscando ayuda del gobierno para contener las pérdidas generadas por la depreciación de la moneda, en la primera señal de que la rápida venta de activos de los mercados emergentes está comenzando a dañar al sector corporativo.
Las cuatro mayores aerolíneas del país y la asociación de la industria, Abear, apelaron al gobierno por una serie de beneficios tributarios y alivios de los cobros y altos costos de los combustibles, en respuesta a la depreciación de 14% del real brasileño frente al dólar desde principios de año.
“La represa se ha roto”, dijo Eduardo Sanovicz, presidente de Abear, refiriéndose a la inhabilidad de la industria de soportar más los crecientes costos de una moneda más débil. El real ha estado entre las monedas más golpeadas en la venta de activos de mercados emergentes este mes, que ha acompañado a las especulaciones de que la Reserva Federal de Estados Unidos comenzará a reducir su programa de alivio cuantitativo.
El gobierno, que luchó una dura “guerra de divisas” en contra de un real más apreciado durante el auge de los mercados emergentes después de la crisis financiera de 2009, ha generalmente visto de forma positiva una moneda más débil.
Su argumento es que un real depreciado, que traspasó el nivel de 2,40 reales por dólar esta semana por primera vez en cuatro años y medio, hará más competitiva a la manufactura doméstica. Pero el avance del dólar ha sido tan rápido que está empezando a amenazar a los sectores más vulnerables de la industria.
“El sólo tamaño de la caída reciente del real refleja hasta qué punto la moneda de Brasil se había convertido en una de las más sobrevaluadas de los mercados emergentes”, escribió Capital Economics en un informe.
Impacto en los costos
De los costos de las aerolíneas brasileñas, un 57% está valorado en dólares, desde el kerosene para el combustible hasta los contratos de arriendo de los aviones.
Gilson Garofalo, profesor de economía de la PUC, una universidad de Sao Paulo, explicó que la sensibilidad al precio del sector significa que cada 10% de aumento en los precios de los pasajes provoca un descenso de 14% en las ventas.
Tan difícil ha sido el negocio aéreo este año que varias de las grandes aerolíneas del país han despedido a personal, y el mayor operador de la región, la chileno brasileña Latam Airlines, reportó esta semana una brusca pérdida en el segundo trimestre.
Entre las demandas de las aerolíneas están un kerosene más barato, cobros de navegación subsidiados, exenciones tributarias y que los impuestos estatales al valor agregado queden fijos en 6%, porque actualmente varían entre 12% y 25%, dependiendo del estado.