Con la promesa de la reactivación económica, Guillermo Lasso asume la presidencia de Ecuador
El banquero conformará el primer gobierno de derecha en casi dos décadas, siendo el mayor protagonismo de los privados una de las claves de su administración.
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Con la promesa de sacar al país de una profunda recesión económica, de reactivar el mercado laboral y de vacunar a nueve millones de personas en 100 días, Guillermo Lasso asumió este lunes como el nuevo presidente de Ecuador, convirtiéndose en el primer líder de derecha que el país ha tenido en casi dos décadas.
"Lo que sucedió fue la democracia en sí misma. Luego de más de diez años de autoritarismo, de agresiones, de intentos por instaurar un régimen perpetuo, los ecuatorianos asimilamos la más grande lección democrática: que no hay democracia sin participación", planteó en su discurso inaugural el banquero de 65 años, que en su tercer intento finalmente logró alcanzar la presidencia.
Desde la sede de la Asamblea Nacional en Quito, el nuevo mandatario afirmó que "Ecuador debe significar también una promesa de equilibrio en la vida común", precisando que este balance se debe dar "entre el crecimiento económico y la justicia social, dos piedras angulares que serán las bases de un país más próspero y equitativo".
Este crecimiento económico será, justamente, una de las prioridades de la nueva administración, pues el año pasado, cuando la pobreza alcanzó a un tercio de los ecuatorianos, el Producto Interno Bruto (PIB) del país se desplomó 7,8%, y el nivel previo a la pandemia recién se recuperaría hacia 2024, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Así, y en rechazo a las administraciones del saliente Lenin Moreno y de sus antecesores, Lasso señaló que "desde ya les convocamos a iniciar sin miedos la reactivación económica", enfatizando que "aquí está la oportunidad esperada, demuestren que sin acosos están listos para poner sus recursos al servicio de la sociedad ecuatoriana".
Cambio de foco
La llegada del banquero al poder supone un profundo cambio de giro en cómo se han diseñado e implementado las políticas públicas en Ecuador hasta la fecha. De hecho, la ratificada promesa de generar miles de empleos, por ejemplo, se lograría dándole mayor protagonismo al sector privado.
La promesa de aumentar la inversión extranjera para reactivar iría de la mano de la eliminación gradual del impuesto al envío de dinero fuera del país, mientras que el nuevo mandatario también propuso recortar el IVA durante cuatro días al año, para incentivar el comercio y turismo.
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El presidente recién asumido también apunta a duplicar la producción de petróleo, junto con concesionar tres refinerías de crudo, lo mismo que haría con un puerto logístico para distribución de combustible, con las carreteras, la telefónica estatal y ciertos minerales. Además, apunta a lograr la venta internacional del Banco del Pacífico.
La ambiciosa meta de vacunar a la mitad de los ecuatorianos -9 millones- en los primeros 100 días de su mandato también es parte de la estrategia de reactivación económica, y para lograrlo Lasso indicó que ya ha pedido ayuda a la comunidad internacional.
Pero las vacunas no son el único motivo para que el país se vincule con el mundo. En su discurso, el jefe de Estado planteó que su primera acción de política exterior será concretar el ingreso del país a la Alianza del Pacífico, y destacó que "Ecuador declara que abre sus puertas al comercio mundial".
También en el plano internacional, el presidente planteará ciertos ajustes al acuerdo con el FMI por US$ 6.500 millones, justamente para poder cumplirlo. Para esto, el plan es aprobar una reforma tributaria y de seguridad social, en la que se espera que se proponga eliminar y reducir impuestos que afectan a la población de menores recursos, además de fortalecer la fiscalización contra la evasión.