Al estilo Wall Street: Bolsa de Sao Paulo ya cuenta con su propio toro

La expresión "mercado toro" ha sido usada desde hace cientos de años para representar un mercado pujante y en alza. Algunos incluso vinculan el término con las obras de teatro de Shakespeare, en el siglo XVI. Pero lo concreto es que el animal se ha convertido en una especie de patrón de las bolsas mundiales.

Tal como el famoso toro de Wall Street, creado en 1987 por el artista Arturo Di Modica, existen esculturas similares frente a las bolsas de Frankfurt, Shanghái y Shenzen, entre otras. Ahora, como prueba de sus ambiciones de convertirse en una de las principales plazas globales, la Bolsa de Valores de Sao Paulo (B3) acaba de inaugurar su propia escultura, bautizada como "El Toro de Oro".

El mayor mercado bursátil de Latinoamérica y décimo tercero del mundo, presentó este martes la estatua de 5,1 metros de largo, tres de alto y dos de ancho, cubierta de una llamativa capa dorada.

La obra fue impulsada de forma conjunta entre el economista y presentador radial Pablo Spyer, el artista plástico Rafael Brancatelli y la propia bolsa paulista.

"El toro representa el optimismo del mercado financiero y también la fuerza y resistencia del mercado brasileño. Fue un regalo para el centro de São Paulo, lugar donde la B3 nació y escogió permanecer, y se inauguró poco después de que la bolsa alcanzara 4 millones de cuentas de personas físicas operando productos de renta variable", afirmó la entidad bursátil en su cuenta de Twitter.

A este hito se sumó la noticia de que la gestora XP Investimentos estrenó tres fondos ETF ligados a índices globales ESG (sigla en inglés para Ambiental, Social y Gobernanza), que involucran acciones de empresas en diferentes países y que responden a los códigos ESGE11, ESGD11 y ESGU11.

El índice Bovespa sin embargo cerró el día de la inauguración con una caída de 1,82%, eliminando las ganancias conseguidas durante la semana anterior. Esto en parte causado por la debilidad del real brasileño frente a un dólar que se fortaleció en relación a otras divisas de países ricos.

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Jornada de boicot

Tal como se esperaba, y como ocurre en otros países, la obra ha generado el interés de habitantes y turistas por fotografiarse junto al animal. Pero el debut del Toro de Oro no ha sido todo lo bueno que se anticipaba. En la mañana del día siguiente a su inauguración, las organizaciones anticapitalistas Juventude Fogo no Pavio y Movimento Raiz da Liberdade llegaron a boicotear la escultura, en la que pegaron un cartel con la palabra "hambre".

"Esta semana, la Bolsa de Valores instaló la estatua del Toro de Oro en el centro de São Paulo. Lo que para ellos simboliza la fuerza del mercado financiero, para nosotros es un símbolo del hambre, de la miseria y de la sobreexplotación del trabajo", publicaron en sus redes sociales.

El mensaje de la protesta deja entrever la compleja situación económica y social del país de 213 millones de habitantes, que en 2020 vio caer su PIB per cápita a US$ 6.823, con un desempleo del 13,5% y una deuda bruta cercana al 100% del producto, según datos del Fondo Monetario Internacional.

Para 2021, la entidad prevé un aumento del desempleo a 13,8%, con un PIB per cápita de US$ 7.741 que recién en 2023 volvería alcanzar los US$ 8.936 anteriores a la crisis del Covid-19.

Cuentas grises

El Ministerio de Economía de Brasil recortó su estimación de crecimiento para 2021, pasando de 5,3% a un 5,1%, a la vez que elevó las expectativas de inflación hacia el término del año, desde 7,9% hacia un 9,7%. Por su parte, la expansión del PIB previsto para 2022 se redujo en 40 puntos base, apuntando a un 2,1%.

La inflación de Brasil se ha visto agravada por la devaluación de la moneda, la sequía que azota al país y el consecuente encarecimiento de la energía eléctrica que se tradujo en tarifas de electricidad más elevadas, según Reuters.