El presidente George W. Bush insistió
hoy en que EE.UU. necesita más energía doméstica y señaló que el
paso del huracán "Gustav" debería hacer reflexionar al Congreso para
que autorice la producción de más petróleo en el país.
Bush compareció hoy ante la prensa después de reunirse con el
vicepresidente Dick Cheney y una veintena de asesores para estudiar
la evolución y los daños que ha causado el huracán "Gustav" a su
paso por la Costa del Golfo de México, donde se encuentran la mayor
parte de las instalaciones petroleras del país.
Cuando el Congreso vuelva de sus vacaciones de verano, dijo Bush,
los legisladores "tienen que entender" que la nación necesita más
energía producida en EE.UU.
"Ahora es necesario que nos den la oportunidad de encontrar más
petróleo y gas aquí en casa", dijo Bush.
"Me gustaría que los consumidores estadounidenses compraran
petróleo producido en Estados Unidos en vez de en el extranjero.
Prefiero que nuestros dólares se queden en casa a que se vayan al
extranjero", agregó.
Bush, que se ha implicado desde el primer momento en el
seguimiento del huracán "Gustav", en contraste con la pobre
respuesta que dio el Gobierno hace tres años con el "Katrina",
sostuvo que están en contacto permanente con las autoridades de los
estados productores.
El mandatario indicó que "hay señales alentadoras de que el daño
causado en las instalaciones petroleras han sido limitado", pero
insistió en la necesidad de que el país tenga más independencia
energética.
Señaló, asimismo, que todavía es pronto para evaluar los daños en
las plantas petrolíferas.
Mientras, el precio del petróleo se situó en 108,52 dólares por
barril, un descenso cercano al 7,7 por ciento respecto a la sesión
del viernes, que cerró a 115,46 dólares.
Este descenso tiene lugar pese a la suspensión de la producción
en las instalaciones petrolíferas del Golfo de México por temor a
los efectos del "Gustav", lo que en teoría podría haber disparado el
precio del crudo por temor a un excesivo recorte de la oferta.
Sin embargo, ante el reciente debilitamiento del huracán, que ha
pasado a ser de nuevo una tormenta tropical, los inversores han
vuelto a dar importancia a otras variables como la ralentización
económica que afecta a Estados Unidos y otros países del mundo, que
tienden a contener la demanda de crudo y carburantes.
El huracán "Gustav", que tocó tierra el lunes como un ciclón de
categoría dos, ha causado siete muertos y ha dejado a cerca de un
millón personas sin electricidad en el estado de Luisiana.
El "Gustav", que no entró con la fuerza que se esperaba, se
redujo hoy de tormenta tropical a depresión tropical y siguió
debilitándose mientras mantenía su rumbo al nornoroeste, desde
Luisiana hacia el noreste de Texas.