Brasil invertirá unos US$25.000
millones en nuevas plantas de etanol para atender una
demanda interna de este carburante que crecerá en 150% en
una década y que es inmune a la crisis global, afirmó hoy la estatal
Empresa de Pesquisa Energética (EPE).
Según las proyecciones de esta dependencia del ministerio de
Minas y Energía, e incluidas en un nuevo Plan Decenal de Energía, el
alcohol derivado de la caña de azúcar se consolida como el principal
combustible automotriz, por encima de la gasolina.
"El etanol representará en 2017 cerca del 80% del
volumen total de combustibles líquidos consumidos en los vehículos
livianos" en Brasil, señaló la EPE.
"La demanda brasileña de alcohol carburante evolucionará a una
tasa anual de 11,3% entre 2008 y 2017, saltando desde
20.300 millones de litros hasta 53.200 millones de litros en 10
años", agrega.
Para atender esta demanda será necesario expandir también la
capacidad, con 246 nuevos ingenios y destiladoras en los próximos 10
años, de los cuales 114 (46%) ya están en construcción o fueron
establecidos, señala el documento.
El director de EPE, Mauricio Tolmasquim, afirmó durante una rueda
de prensa que esas inversiones son firmes y no serán afectadas por
la crisis financiera internacional que ha secado liquidez para
proyectos en todo el mundo.
"No falta inversionista interesado, la crisis no afecta estas
previsiones", afirmó. "La perspectiva de demanda es fuerte. El
etanol es muy atractivo par el consumidor", agregó.
Los proyectos inclusive son rentables con un escenario de bajos
precios del petróleo en US$75 por barril, afirmó.
Tolmasquim destacó que la demanda de 53.200 millones de litros
para el 2017 era la misma que estaba prevista para el 2030 en
anteriores planes de largo plazo. "Pero ese volumen va a ser
alcanzado mucho antes", señaló.
Las inversiones en marcha incluyen además ductos para transportar
el carburante desde los estados productores de Mato Grosso do Sul y
Goias hasta puertos de embarque en el sureste del país.
Está previsto que las exportaciones se dupliquen desde los
actuales 4.200 millones de litros hasta 8.300 millones de litros en
2017, gracias principalmente a una mayor demanda de Japón que
consumirá más de un tercio (3.000 millones de litros) de ese
volumen.
"Brasil se mantendrá como líder en las transacciones
internacionales, vinculado al crecimiento de su infraestructura" en
un negocio orientado en cada país a atender mercados internos, según
el estudio.
Tolmasquim recalcó la posición oficial de que Brasil posee
"ventajas naturales" para la producción del etanol de caña de azúcar
sin acabar con la selva amazónica.
"La tierra no es un factor limitador de esa expansión", dijo al
señalar que para satisfacer el aumento de la producción y la demanda
el área cultivada deberá pasar de las 3,5 millones de hectáreas de
2008 hasta 9,7 millones de hectáreas en 2017.
Hoy los cañaverales ocupan sólo el 1,0% del área
cultivable de Brasil, donde hay otras 90 millones de hectáreas
disponibles para agricultura, incluyendo parte de las 207 millones
de hectáreas dedicadas hoy a pastizales para cría de ganado, según
el estudio.
El escenario del EPE considera un crecimiento promedio de la
economía brasileña de 5,0% anual en la próxima década, con
un precio promedio del petróleo de US$85 por barril, y prevé
que la flota brasileña de vehículos pase de los actuales 23 millones
de unidades hasta 37 millones en 2017.