El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, se reunió en Moscú con el presidente ruso, Vladimir Putin, en un momento crítico de las negociaciones de Atenas con sus socios europeos acerca de la deuda griega.
"Grecia es un país soberano con derechos inalienables", dijo Tsipras tras el encuentro. El primer ministro griego aseguró no estar de acuerdo con la lógica de las sanciones impuestas por la Unión Europea a Rusia por su papel en la crisis ucraniana, que describió como "una guerra económica", y abogó por "una nueva primavera en las relaciones entre nuestros países".
Putin, por su parte, señaló que Grecia podría desempeñar un papel más importante como centro europeo de energía para las exportaciones de gas ruso, mediante un nuevo gasoducto a través de Turquía, y que los dos países tenían que discutir la forma de reestablecer "el antiguo ritmo de intercambio comercial" luego que los volúmenes cayeran 40% el año pasado.
Las sanciones de la UE, junto con la caída de los precios del petróleo, han perjudicado a la economía rusa, que se desliza hacia su primera recesión en seis años.
Temores
La visita de Tsipras a Moscú se produce la víspera de la fecha prevista para el pago por parte de Grecia al FMI de 450 millones de euros como parte de la ayuda recibida.
Aunque el ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, aseguró que el pago será efectuado, las negociaciones han sido vistas con recelo por la UE, que teme que se rompa la unidad comunitaria frente a Rusia.
"No hemos pedido ayuda financiera", dijo a Reuters un funcionario del gobierno heleno antes de las conversaciones en Moscú. "Queremos resolver nuestros problemas de deuda (...) dentro de la zona euro".