El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, anunció hoy un "plan de estímulo y recuperación" con el que buscará combatir la recesión económica que atraviesa el país tras haber acumulado dos trimestres de decrecimiento del PIB.
En una comparecencia pública, Ramaphosa señaló que la estrategia tiene como eje principal el replanteamiento de las prioridades para "centrarse en los asuntos urgentes", como la creación de empleo o la recuperación de la confianza de los inversionistas sin olvidar a los grupos más vulnerables de la sociedad.
El sector agrícola -cuya contracción fue el factor principal en la caída del 0,7 % del producto interior bruto (PIB) durante el segundo trimestre del año- será uno de los principales beneficiados de esta estrategia, pero también habrá desvío de fondos para, por ejemplo, el desarrollo de negocios en los asentamientos poblacionales menos privilegiados, conocidos como "townships".
El plan implicará una revisión de las áreas de gasto previstas en el presupuesto anual por valor de 50.000 millones de rands (unos US$ 3.500 millones), ya que, según reconoció el presidente, el país no tiene mucho margen en términos fiscales ni tampoco para pedir préstamos.
Queda por especificar dónde se producirán los recortes, si bien el ministro de Finanzas, Nhlanhla Nene, apuntó que los fondos vendrán de programas que actualmente no son muy eficaces y de que los detalles se conocerán cuando se presente el "mini presupuesto" semestral que el Gobierno normalmente anuncia en octubre.
Además de esta reestructuración del gasto público, el plan de estímulo incluye una revisión de los estatutos del sector minero -estratégico para el país- para atraer inversores y la flexibilización de la política de visados, ya que Ramaphosa considera que el turismo es otra fuente de riqueza para el país cuya explotación está lejos de alcanzar su máximo potencial.