El primer ministro británico, David Cameron, se vio obligado a suspender su agenda y viajar a Escocia luego de que una encuesta mostrara ayer un alza en el respaldo a la independencia de cara al referendo del 18 de septiembre.
El sondeo, realizado por TNS, reveló que el apoyo a la opción No bajó a 39%, desde 45% hace un mes. La opción Sí subió a 38%, desde 32%. Los indecisos, en tanto, suman un 23%. El fin de semana Sunday Times publicó una encuesta de YouGov que mostró una ligera ventaja de la campaña pro independencia por primera vez este año.
El primer ministro se unió ayer a todos los sectores políticos del país en su viaje a Escocia, a jugar las últimas cartas británicas para mantener la unión. “Hay mucho que nos divide, pero hay una cosa en la cual acordamos apasionadamente: el Reino Unido está mejor unido”, dijo en un comunicado conjunto con Ed Miliband, el líder del opositor Partido Laborista, y el viceprimer ministro Nick Clegg, quien lidera a los Liberal Demócratas. Los tres, eso sí, harán campaña de manera separada. Asimismo, la “Saltire”, la bandera escocesa, flameará en Downing Street hasta después del referendo.
El primer ministro escocés Alex Salmond ha expresado que quiere mantener la moneda y el banco central si gana la campaña del Sí. Sin embargo, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, descartó ayer esa posibilidad. “Una unión monetaria es incompatible con la soberanía”, aseguró en Liverpool.
Una moneda compartida exitosa requiere un libre movimiento de capital, trabajadores y bienes, una unión bancaria con un prestamista de último recurso creíble y un plan de garantía de depósito, y un acuerdo fiscal para ecualizar las diferencias en ambas economías, afirmó. “Sólo tenemos que mirar al otro lado del canal para ver qué pasa si no se tienen esos componentes”, dijo Carney.
Administradores de activos, inversionistas y fondos de pensiones están sacando cientos de millones de libras de Escocia, dijeron ejecutivos de la industria financiera a Financial Times. Multreets Investor Services, por ejemplo, reconoció que ha movido cientos de millones de libras a nombre de varios administradores de fondos. Asimismo, se han insertado “cláusulas de salida” a contratos de propiedades comerciales para que los compradores puedan desistir de los acuerdos o renegociar precios si Escocia opta por la independencia.
Impacto en España
La preocupación por el aumento del apoyo al Sí se expandió a España, donde Cataluña tiene planes de realizar un referendo el 9 de noviembre. El rendimiento de los bonos a diez años subió 13 puntos base a 2,21% ayer, la mayor alza en los costos de endeudamiento del país desde el 15 de mayo.
“Mientras que el gobierno británico ha decidido garantizar toda la deuda del gobierno, la región de Cataluña es demasiado grande como para que el resto de España la pueda absorber. Es un tema mucho más problemático para España en lo que se refiere a los mercados de deuda”, dijo a Bloomberg el estratega de renta fija de Royal Bank of Scotland, Harvinder Sian.
La independencia de Cataluña “sería una fuerte carga al crecimiento de España” y generaría dudas “sobre la sustentabilidad de la deuda pública”, aseguró el estratega de renta fija de Bayerische Landesbank, Marius Daheim.
Costos de la independencia
Sector financiero Genera entre 7 mil millones y 9 mil millones de libras (US$ 11 mil millones a US$ 14 mil millones) y emplea a cerca de 100 mil personas. Royal Bank of Scotland afirmó que está considerando sus opciones y Lloyds Banking Group evaluaría cambiar su domicilio a Londres, dijeron fuentes a Reuters.
Sector petrolero Si se produce la secesión, Escocia y Reino Unido tienen 18 meses para decidir qué pasará con los ingresos del petróleo del Mar del Norte. Royal Dutch Shell y BP han expresado su apoyo a la permanencia en el Reino Unido.
Actuación internacional Si se independiza, Escocia debería salir de la Unión Europea y volver a postular. El Reino Unido es parte también de la OTAN y es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.