El domingo anunció su precandidatura para la presidencia de Estados Unidos la demócrata Hillary Clinton y ayer se sumó, por el lado republicano, el senador Marco Rubio. Con esto, queda prácticamente configurada la escena electoral de cara a las elecciones de 2016, con el también senador Jeb Bush como la única de las cartas fuertes de la oposición pendiente.
Rubio, un hijo de inmigrantes cubanos (una mucama y un barman) de 43 años, sería el primer presidente latino de EEUU y el mandatario más joven. Su nominación culminaría una carrera que ha ascendido rápidamente. Comenzó en 1997 cuando fue electo como parte de la comisión municipal de West Miami, siguió con su cargo de representante en la cámara baja estatal y ahora como senador por Florida en el Congreso.
Con esto, Rubio se suma a los también senadores Ted Cruz, de Texas, y Rand Paul, de Kentucky en la carrera por la nominación republicana. Cruz y Paul son cercanos al ala más conservadora del partido, el Tea Party. En las próximas semanas, en tanto, oficializaría su candidatura Jeb Bush, hermano del ex presidente George W. Bush.
Entre las habilidades políticas de Rubio se cuentan sus discursos poderosos, su carisma y humor rápido, pero eso también es compartido por el resto de sus contendores republicanos. Otro de sus desafíos es que no cuenta con el respaldo de donantes multimillonarios. Además, pese a que tiene apoyo en Florida, un estado clave para las aspiraciones presidenciales, debe enfrentarse a su vecino y amigo Jeb Bush, que fue gobernador de ese estado.
Sin embargo, sus cercanos tienen confianza de que él recibirá la nominación oficial de su partido. Su "personalidad fresca, joven, dinámica es un contrapunto poderoso para la fatiga de Clinton", sostuvo el columnista conservador Charles Krauthammer.
Ayer, en una reunión privada con donantes, Rubio cuestionó las habilidades de Clinton como líder y dijo que la contienda de 2016 será una elección entre el pasado y el futuro, citó la agencia AP.
Uno de los temas que tendrá un rol protagónico en la campaña de Rubio será la política exterior de EEUU. De hecho, fue una de las voces más críticas del acercamiento entre el país y Cuba.
Hillary compite sola
En la vereda del frente, Hillary Clinton anunció oficialmente su candidatura por el partido demócrata el domingo, a través de un video subido a las redes sociales.
La candidata tiene una vasta trayectoria política, ya que fue secretaria de Estado, senadora por Nueva York y primera dama cuando su esposo Bill fue presidente por dos períodos en la década de los '90.
Hasta ahora, Clinton compite prácticamente sola, a la espera de que otra figura de su partido se sume a la carrera presidencial. Esa es una de sus mayores ventajas: a diferencia de 2008, cuando se enfrentó a un joven senador afroamericano llamado Barack Obama en las primarias del partido, ahora no tiene a nadie que le haga sombra.
Pero esa es, a la vez, su mayor desventaja: es el único blanco de sus competidores republicanos, que ahora comparten a un enemigo común.
De hecho, los precandidatos Bush y Paul no perdieron tiempo en criticar a Clinton. Tras la divulgación del video, Bush tuiteó: "debemos hacerlo mejor que Hillary".
El riesgo para Clinton es que su campaña termine tan ocupada respondiendo a ataques en todos los frentes que le sea difícil obtener una cobertura positiva.
Aunque la candidata, la única mujer hasta ahora, enfrenta un fantasma mayor ¿debe o no alejarse de la figura del presidente Obama? La aprobación del mandatario ha bajado de 50% y varias de sus iniciativas clave han recibido fuerte críticas, pero tiene un buen registro económico. La carrera hacia la Casa Blanca está recién comenzando.
Obama: el Balance de la cumbre
El presidente Barack Obama ya está de vuelta en Washington, tras su participación en la Cumbre de las Américas, en Panamá, donde sostuvo una reunión histórica con el líder cubano Raúl Castro. Pero ahora comienza el camino más difícil para normalizar las relaciones con la isla. Restaurar las relaciones diplomáticas es fácil, ya que sólo se requiere el acuerdo de los presidentes. Sin embargo, normalizar las relaciones en todos los ámbitos podría tomar años, sobre todo levantar el embargo económico. En el corto plazo, se espera que el Departamento de Estado saque a Cuba de la lista de países promotores del terrorismo, lo que liberaría a la isla de algunas sanciones económicas, pero incluso ese anuncio se ha postergado. Cuba, por su parte, quiere reabrir embajadas, pero ha actuado lento en la apertura de áreas como viajes, comercio y acceso a Internet. El acercamiento entre EEUU y Cuba no será un proceso rápido.
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