El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo ayer sus proyecciones para el crecimiento de la economía del mundo en 2019 y 2020, a medida que se acentúa la pérdida de impulso registrada desde la segunda mitad del año pasado.
Al actualizar su Panorama Económico Mundial (WEO, su sigla en inglés), la entidad señaló que el Producto Interno Bruto (PIB) del planeta crecería 3,5% este año y 3,6% el próximo, una revisión a la baja de 0,2 y 0,1 punto porcentual respectivamente, en comparación con lo previsto en octubre.
El Fondo, que ya había recortado sus expectativas en el reporte anterior, explicó que las bajas se deben “en parte al efecto negativo de los aranceles implementados en Estados Unidos y China”, que desde julio disputan una guerra comercial.
También señaló el impacto del “suave impulso en la segunda mitad” del año, visto en Alemania tras la entrada en vigencia de nuevas normas de emisión de gases de los automóviles; en Italia, “donde las preocupaciones sobre los riesgos soberanos y financieros han pesado sobre la demanda interna”; y en Turquía, donde se espera una contracción más profunda de la pensada.
Crecen los riesgos
En adelante, el organismo ve más riesgos a la baja, como una escalada de la disputa comercial, condiciones financieras más duras, y el alto nivel de deuda pública y privada. Se incluye además un Brexit sin acuerdo y una desaceleración más pronunciada en China.
La directora gerente de la entidad, Christine Lagarde, manifestó que “la economía global está creciendo más lentamente de lo esperado y los riesgos crecen”. Añadió que las proyecciones no necesariamente reflejan que una recesión global viene en camino, “pero el riesgo de una caída más aguda en el crecimiento ciertamente ha aumentado”.
“El mensaje para las autoridades es el siguiente: hacer frente a las vulnerabilidades y estar listos por si una desaceleración mayor se materializa (...) En algún punto del horizonte habrá hechos inesperados. Los países deben trabajar unidos en lo que hemos llamado un nuevo multilateralismo”, sostuvo.
Por su parte, la economista jefe del Fondo, Gita Gopinath -quien asumió el cargo este año de manos de Maurice Obstfeld- señaló que “las revisiones son modestas, pero creemos que los riesgos para mayores correcciones a la baja están creciendo (...) En general las fuerzas cíclicas que generaron crecimiento se están debilitando más rápidamente de lo que habíamos previsto”.
Repasando los desafíos, manifestó que “el endurecimiento de las condiciones financieras es particularmente costoso por los altos niveles de deuda pública y privada; la expansión de China podría ser más lenta de lo esperado, particularmente si las tensiones comerciales continúan; y en EEUU, un shutdown prolongado genera más riesgos”.
Panorama por región
El FMI proyecta que la economía de EEUU crecerá 2,5% este año y 1,8% el próximo, menos que el 2,9% estimado para 2018. China, en tanto, lograría una expansión de 6,2% en 2019 y en 2020, tras crecer 6,6% el año pasado. La zona euro, por su parte, avanzaría 1,6% este año (tres décimas menos de lo previsto en octubre) y 1,7% el próximo.
En América Latina también hubo revisiones a la baja. El PIB de la región se expandiría 2% este año y 2,5% el próximo, ambas por debajo de lo estimado en el reporte anterior.
A ello se atribuye la desaceleración de México en ambos años, “reflejando una menor inversión privada, y a una contracción aún más severa en Venezuela de lo anticipado”. Argentina también se contraerá en 2019 -antes de volver al crecimiento en 2020-, y Brasil mostrará una recuperación gradual este año, desde la recesión vivida entre 2015 y 2016.
