Evo reaviva conflicto marítimo con Chile a días de controvertidas primarias en Bolivia
Tras resaltar los hitos de su gobierno en materia de crecimiento, inflación y desempleo, el mandatario delineó lo que será su “gran proyecto económico” con el que busca gobernar hasta 2025.
- T+
- T-
El presidente de Bolivia, Evo Morales, retomó ayer el conflicto marítimo que ha emprendido por años con Chile como bandera de campaña ad portas de las elecciones de octubre, asegurando que su petición de “una salida soberana al mar (…) está más vigente que nunca”.
Durante la entrega de su informe de gestión, en el que repasó los 13 años que lleva en el poder –un récord en la historia del país-, el mandatario aseguró que “la justicia de nuestro reclamo fue y seguirá siendo defendida ante el mundo, bajo un espíritu de paz para lograr una negociación efectiva”.
Recalcó que el tema sigue siendo “un desafío pendiente, por el que seguiremos trabajando en el marco del derecho internacional” y detalló que se están realizando contactos con el mundo para lograr el acceso “por otras vías y puertos, tanto por el océano Pacífico como por el Atlántico”.
El mensaje del líder indígena estuvo plagado de promesas de continuidad de sus políticas económicas y sociales, esperanzado en gobernar hasta 2025.
Su intención de volver a postular ha sido reiteradamente cuestionada, tras su derrota en el referendo de 2016 con el que buscaba habilitarse para buscar una reelección por tercera vez consecutiva, algo que no está previsto en la Constitución que él mismo reformó en 2009. No obstante, el Tribunal Constitucional le permitió buscar nuevamente el cargo.
Promesas electorales
En su discurso de 51 minutos ante el Parlamento –uno de los más cortos de su largo mandato-, Morales no se refirió expresamente a las elecciones primarias de este domingo ni a las presidenciales de octubre, pero sí delineó y promocionó su “gran proyecto económico” previsto para impulsar el país por otros seis años.
“Nosotros como gobierno garantizamos (que) la economía seguirá creciendo de manera sostenida”, para permanecer como líder sudamericano luego de lograr un crecimiento de 4,5% en 2018. Prometió seguir bajando el desempleo y la inflación, que el salario irá incrementándose, y que se mantendrán y mejorarán las ayudas sociales en materia de educación y atención a la tercera edad.
“Los pobres y humildes seguiremos siendo una prioridad para el Estado”, apuntó tras destacar “que los extranjeros no serán nunca más dueños de nuestros recursos naturales” y que “después de nacionalizar, empezaremos a industrializar”. “Estos proyectos del Estado permitirán seguir creciendo y distribuyendo los ingresos”, añadió.
Según cifras aportadas por el titular del Palacio Quemado, el índice de pobreza extrema ha disminuido considerablemente en más de una década: de 38,2% en 2005 a 15,2% en 2018.
Añadió que “en los próximos días habrá novedades en mega campos de gas. Impulsaremos la producción y exportación de gas. Seguiremos desarrollando el complejo industrial de litio”. El mandatario concluyó su discurso asegurando que “vamos a ganar las elecciones”.
La oposición
Los principales líderes de la oposición boliviana calificaron de “repetitivo” el informe, al considerar que el mandatario ya no tiene nada que ofrecer a la nación.
Uno de los críticos fue el candidato presidencial y senador opositor Oscar Ortiz, quien señaló que el jefe de Estado promete al pueblo “lo mismo que no hizo antes”.
A su juicio, Morales reiteró avanzar en la construcción de hospitales, y se dedicó a hablar de justicia y lucha contra la corrupción cuando “están en el peor estado posible y su gobierno ha contribuido a ello”.
“Lo que más me molesta es que el tema del mar sólo haya merecido dos a tres minutos sin asumir ninguna responsabilidad, sin explicarle al pueblo boliviano el impacto tan negativo de esta derrota que hemos sufrido, quizás la peor derrota desde la guerra del Pacífico”, agregó.
Ortiz aludió al fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que en octubre de 2018 resolvió que Chile no tiene obligación de negociar la reclamación boliviana de la restitución del acceso soberano al Pacífico perdido en 1879.