El Banco Central Europeo recibió un apoyo legal fundamental en su compromiso por hacer lo que fuese necesario para respaldar al euro luego de que un alto funcionario del Tribunal de Justicia de la Unión Europea le diera el visto bueno provisional al programa de compras directas de deuda pública (OMT, su sigla en inglés) anunciado en el verano boreal de 2012. La opinión allanaría el camino para que el organismo anuncie un programa de alivio cuantitativo (QE, su sigla en inglés), lo que podría suceder la próxima semana.
Pedro Cruz Villalón, abogado general de la Corte de Justicia, entregó su beneplácito condicional al esquema, afirmando que las medidas están "en principio" en línea con la ley comunitaria.
Cruz Villalón delineó tres condiciones que debe cumplir la herramienta para conservarla como un instrumento de política monetaria y para que acate la prohibición de financiamiento monetario. La primera es que el BCE debe abstenerse de involucrarse directamente en los programas de asistencia financiera a los que se acojan los países para que se active el OMT. Esto supondría modificar el formato actual, ya que el BCE ha sido supervisor de todos los rescates realizados hasta ahora.
La segunda es que el ente rector debe entregar un recuento apropiado de las razones para adoptar medidas no convencionales, identificando las circunstancias extraordinarias que justifican tal acción.
La tercera condición es otorgar un tiempo suficiente entre la emisión primaria y las compras en el mercado secundario que permita la formación de un precio de mercado. "Una compra en el mercado secundario realizada segundos después del instante de la emisión de los títulos en el mercado primario podría volatilizar la distinción entre ambos mercados", aseguró.
Así, el funcionario no objetó dos inquietudes claves expresadas por la Corte Constitucional Federal Alemana: comprar potencialmente cantidades ilimitadas de bonos y excluir la aceptación de participar en un recorte de deuda.
Si bien las conclusiones no son vinculantes, los jueces suelen respetar las opiniones del abogado general. La determinación final se conocería en entre cuatro y seis meses.
Marcel Fratzscher, presidente del Instituto Alemán para Investigación Económica, aseguró que la opinión era una victoria para el banco central.
"Tal apoyo tan fuerte y arrollador para el BCE es sorpresivo", comentó a Reuters. "Espero que esta recomendación fortalezca la posición del BCE y haga más probable un nuevo programa de compras de deuda gubernamental".
Por su parte, Thomas Harjes, economista senior para Europa de Braclays, manifestó a Bloomberg que "esto definitivamente fue una muy buena noticia para el BCE". La opinión "es una luz verde para el OMT y el potencial QE incluyendo bonos gubernamentales y el potencial reparto del riesgo en el caso de un default soberano o de una reestructuración de deuda", añadió.
La institución podría anunciar en su reunión del próximo jueves un programa de compras masivas de bonos soberanos para luchar contra la deflación y revivir la economía de la zona euro.
En tanto, el presidente del BCE Mario Draghi manifestó en una entrevista con un periódico alemán que se necesita una política monetaria flexible para lograr la estabilidad de precios y que "todos los miembros del consejo gobernador están determinados en cumplir nuestro mandato".
"Por supuesto que hay diferencias sobre cómo eso debe hacerse, pero no hay posibilidades infinitas", añadió el banquero.