Luego del fin de semana largo del día del trabajo en Estados Unidos, se conocieron cifras que no pudieron haberle dado un mejor término al verano boreal. La actividad de las fábricas locales llegó a su mayor nivel en más de tres años y el gasto en construcción tocó su máximo en más de cinco años y medio.
Las cifras refuerzan la visión de Morgan Stanley respecto de que esta podría ser la expansión más prolongada en la historia del país.
El índice del Instituto para la Gestión del Abastecimiento (ISM, su sigla en inglés) subió desde 57,1 puntos a 59 puntos en agosto, la mejor lectura desde marzo de 2011. Los analistas esperaban un ligero retroceso.
La cifra se vio impulsada por un salto en la medición de los nuevos pedidos, que trepó a un máximo de más de diez años hasta 66,7 puntos. El índice de producción repuntó desde 61,2 puntos a 64,5 puntos, el ritmo más acelerado desde mayo de 2010.
Bradley Holcomb, presidente de la encuesta del ISM, afirmó en una conferencia que el avance fue “muy amplio” y que “es como una continuación de la tendencia que hemos tenido desde enero”.
En tanto, el índice de gerentes de compra (PMI, su sigla en inglés) manufacturero elaborado por Markit aumentó desde 55,8 puntos en julio a 57,9 puntos, el dato más sólido desde abril de 2010.
La subcategoría de producción se elevó un punto hasta 60,7 puntos, mientras que el componente de empleo ascendió desde 51,2 puntos a 54,6 puntos, la tasa más rápida desde marzo del año pasado.
La industria “ha pasado de ser fuerte a más fuerte este verano boreal, con la mejora más brusca de las condiciones empresariales en más de cuatro años”, declaró en un comunicado Tim Moore, economista senior de Markit.
“El sector manufacturero está en llamas en estos momentos”, comentó a Bloomberg Brian Jones, economista senior para EEUU de Société Générale.
Según Capital Economics, el dato es consistente con un crecimiento anualizado de 4%.
Repunta inversión en construcción
Por su parte, un informe del Departamento del Comercio reveló que el gasto en construcción se recuperó fuertemente luego de la caída de 0,9% registrada el mes previo. El desembolso en este sector se incrementó 1,8% –la mayor variación mensual desde mayo de 2012– a un ritmo anual de US$ 981.310 millones, el monto más abultado desde diciembre de 2008.
El rubro fue alentado por la expansión de 3,4% en los proyectos de los gobiernos estatales y locales, lo que empujó el desembolso a su nivel más alto desde junio de 2012. El alza en el gasto de estas agencias –la mayor desde abril de 2013– contrarrestó la caída de 1,1% en el desembolso federal.
La construcción privada, que representa la mayor parte del gasto en este sector, subió 1,4% hasta su máximo desde noviembre de 2008.
Las cifras “ilustran que la mejora es amplia en toda la economía” , sostuvo en una nota Capital Economics.
Crecimiento duradero
Estos positivos datos apoyan la teoría de Morgan Stanley acerca de que la nación podría estar viviendo su mayor crecimiento económico de la historia.
En un informe titulado “Visión 2020: larga vida a la expansión”, los estrategas Adam Parker y Ellen Zentner mencionaron el largo período de desapalancamiento, la baja volatilidad y el hecho que diversos indicadores económicos recién están mostrando niveles “normales” de crecimiento en el país entre las razones que sustentarían esta prolongada expansión.
“En conjunto, la evidencia sugiere que el máximo del ciclo de EEUU está lejos de ser inminente”, escribieron.
Si este escenario se materializa, la expansión actual se extendería hasta 2020, es decir, por más de diez años. Hasta ahora, el período más largo de crecimiento se dio entre marzo de 1991 y marzo de 2001.
Si el crecimiento perdura al menos cinco años más, el S&P 500 podría avanzar 50% respecto de su nivel actual para ubicarse en 3 mil puntos, según los analistas.
Comienza audiencia para que Detroit salga de quiebra
En una corte federal de quiebra de Estados Unidos se inició ayer el juicio para determinar si Detroit, que protagonizó la mayor bancarrota municipal de la historia, tiene un plan viable para reestructurar sus finanzas.
El juez federal de quiebra Steven Rhodes tendrá varias semanas para decidir si la reestructuración financiera propuesta por Kevyn Orr, el administrador de emergencia de Detroit designado por el estado, es realista.
Bajo un acuerdo con legisladores estatales y donantes millonarios, algunas de las fundaciones con más recursos del mundo inyectarán dinero a la ciudad, siempre y cuando no use su colección de arte para pagar deudas.
En la década previa a la quiebra, las organizaciones de caridad gastaron más per cápita en proyectos comunitarios en Detroit que en cualquier otra gran ciudad de EEUU, con excepción de San Francisco, que tiene acceso a megadonantes de Silicon Valley, como Google.
Sin embargo, un número creciente de críticos afirma que la ciudad no tiene propuestas claras para recaudar los ingresos que necesita.
"Lo que Detroit necesitaba para empezar era un programa de reinversiones", dijo a Reuters James Spiotto, director gerente de Chapman Strategic Advisors, consultora de finanzas municipales. "Si no se resuelve el problema sistémico, se volverá a repetir".
Detroit necesita US$ 1.700 millones de financiamiento en los próximos diez años.
La ciudad se acogió a protección de quiebra en julio de 2013, con US$ 18 mil millones en deuda. Los críticos, incluyendo a un experto en bancarrota designado por la corte, aseguran además que no ha sido capaz de reducir la deuda de forma suficientemente agresiva, lo que reconocen incluso las autoridades locales.