Como es tradicional, Alcoa dio ayer el puntapié inicial a la temporada de entrega de resultados de las empresas en Estados Unidos. La productora de aluminio se ha convertido en un indicador no oficial de la salud de las compañías en la mayor economía del mundo. Y las señales desde este punto de vista no fueron todo lo contundentes que hubieran querido los inversionistas.
La compañía anunció que en los primeros tres meses de 2015 registró beneficios de US$ 0,14 por acción, que se comparan con las pérdidas de US$ 0,16 por papel en el mismo período del año pasado.
Excluyendo los costos del cierre de fundiciones en Brasil y otros factores extraordinarios, las utilidades ascendieron a US$ 0,28 por acción, superando las proyecciones de los analistas que en promedio apuntaban a US$ 0,27.
Exceso de oferta
Sin embargo, no todo fue positivo. Aunque las ventas aumentaron a US$ 5.820 millones desde
US$ 5.450 millones, quedaron bajo los US$ 5.940 millones que esperaba el mercado.
Y peor aún. Aunque Alcoa hace su anuncio después del cierre del mercado, sus acciones cayeron 3,3% en las operaciones de futuros luego de que advirtiera que si la producción en China sigue creciendo al ritmo actual habrá un exceso de oferta en el mercado.
La producción mundial excederá a la demanda en 326.000 toneladas métricas, pronosticó la empresa. Eso se compara con su proyección de enero de un déficit de 38.000 toneladas.
Aunque Alcoa se encuentra entre los productores de aluminio que han eliminado o paralizado instalaciones en los últimos años, China, el mayor proveedor y usuario mundial del metal, ha seguido incrementando la producción, que aumentó 9,1% el año pasado, según datos de Bloomberg.
Alcoa ha cerrado de manera permanente cerca de 1,4 millón de toneladas métricas de capacidad de fundición desde 2007 y ha paralizado temporalmente otras 740 mil toneladas.
Mala señal
El anuncio de Alcoa parece confirmar así los presagios de los analistas que esperan que las ganancias de las empresas en EEUU caigan en el primer trimestre por primera vez en muchos años, y que la tendencia podría prolongarse por varios períodos, a medida que la fortaleza del dólar golpea la competitividad de sus productos en el extranjero y reduce sus ingresos cuando son repatriados.