Un caso de espionaje en la industria inmobiliaria sin precedentes
públicamente conocidos en los últimos años, es el que está investigando
desde julio pasado el fiscal Gonzalo de la Cerda, de la Fiscalía
Metropolitana Oriente.
Ello, a raíz de dos denuncias y una
querella -ésta última le llegó a sus manos el pasado 14 de octubre-
efectuadas por la inmobiliaria Simonetti, ligada a la familia del mismo
nombre y a un fondo del empresario Juan Cuneo, que dieron origen a tres
aristas de investigación.
La más destacada de ellas tiene
relación con el traspaso de información clave de Simonetti a terceros
(empresas, particulares y profesionales del sector) por parte del ex
jefe de informática de la inmobiliaria Juan Carvallo. Éste funcionario
también es indagado por haberse apropiado del computador -y su
información- del gerente comercial de la compañía, Rodrigo Lyon, tras
habérselo cambiado por otro equipo en mejor estado. Carvallo, además,
está en la mira del fiscal por vender a título personal computadores al
personal de Simonetti y otros, los que, sin embargo, habían sido
facturados a la compañía.
El fiscal De la Cerda, tras ser
consultado por la información divulgada por El Mostrador.cl, confirmó
que la constructora Tecsa -una de las más grandes del país- fue
señalada por Carvallo como una de las que él abastecía de información.
Aunque declinó dar más detalles, el fiscal comentó que “estamos
investigando, y podrían haber otras empresas, pero esa (Tecsa) es la
que suena más fuerte”.
Junto con confirmar que está indagando la
participación de otras empresas, destacó que no se puede afirmar que
éstas ni Tecsa sean culpables de espionaje.
La fórmula de
Carvallo para entregar la información de Simonetti era posibilitar el
acceso de terceros a los sistemas de control y gestión de la firma. En
el caso de Tecsa, se investiga la vinculación con el gerente general de
Tecsa Inmobiliaria, Alvaro Daneri, quien desde hace cuatro años se
desempeña en el grupo constructor y antes trabajó en Simonetti, donde
habría conocido al ex jefe de informática. En Tecsa negaron cualquier
vinculación con el hecho (ver Entrevista Express).
Otros supuestos involucrados
Los
altos cargos de la administración de Simonetti declinaron referirse
públicamente al tema, aunque una fuente de la compañía precisó que no
existe una acusación directa contra Tecsa, sino una querella contra
quienes resulten responsables del supuesto espionaje.
Aunque
prefirieron no señalarlo abiertamente, en privado fuentes vinculadas al
caso -judiciales y empresariales- afirmaron que hay otras compañías en
la mira de la fiscalía, entre ellas, Socovesa y la oficina de
arquitectos de Cristián Boza.
El gerente general de Socovesa,
Cristián Hartwig, afirmó que “hace cinco o seis meses fuimos
contactados por Alejandro Simonetti (gerente general de Simonetti)
respecto de este tema. Investigamos exhaustivamente y le informamos que
ni Socovesa ni ningún funcionario había comprado base de datos o
programa alguno que tuviera relación con Simonetti. Yo pensaba que el
tema se había finiquitado”.
Cristián Boza, en tanto, afirmó tajantemente que “no tengo nada que ver, quizás se confundieron con otra empresa”.
El
abogado de Simonetti, Juan Domingo Acosta, del estudio jurídico Espina,
Zepeda & Acosta, señaló que “todas las personas que pudieron haber
sido mencionadas por Carvallo fueron contactadas por nosotros para
ponerlos en conocimiento de lo que se estaba diciendo y verificar si
eso era cierto o no”. Respecto de las empresas mencionadas en el
estudio jurídico no se refirieron.