La automotriz francesa PSA Peugeot
Citroen comenzó a restringir su producción en Argentina, donde la
estadounidense General Motors (GM) tomó la misma determinación
debido a la menor demanda provocada por la crisis financiera global.
Según informa hoy la prensa local, las suspensiones parciales de
producción resueltas por ambas compañías generaron un "estado de
alerta" en el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte
Automotor (Smata).
"Podría haber algunas otras automotrices en una situación
similar. Ya nos han pedido reuniones para conversar sobre este
tema", dijo al periódico Clarín Ricardo Pignanelli, secretario
gremial de Smata.
La semana pasada GM suspendió la producción en su planta de la
ciudad de Rosario (centro) por el freno en la demanda de vehículos
desde Brasil, el principal mercado de exportación de los autos
salidos de esa fábrica, unas 120.000 unidades al año, de las cuales
58.000 se venden a ese país suramericano.
Por el mismo motivo, PSA Peugeot Citroen también comenzó a
aplicar este jueves una suspensión de una hora por turno en la
producción de su planta de la localidad de El Palomar, en la
periferia de Buenos Aires.
El cambio de escenario internacional, que ya comenzó a impactar
en el mercado doméstico, probablemente provoque que las automotrices
instaladas en Argentina no puedan cumplir con su promesa de producir
600.000 unidades este año.
"Nuestras previsiones son más moderadas porque bajaron las ventas
y los mercados externos que teníamos hace tres meses ya no están",
aseguró el presidente de la filial local de la italiana Fiat,
Cristiano Ratazzi, en declaraciones publicadas por el diario El
Cronista.
Si bien el directivo sostuvo que "por ahora Fiat no está tocada",
reconoció que la compañía redujo su producción y advirtió que "la
falta de mercados y de ventas puede interferir en las inversiones".