Pensamos que una de las principales fuentes para la creación de las industrias del futuro en el país, se encuentra en el conocimiento científico y en la capacidad de descubrir las reales necesidades humanas del mundo que hoy vivimos.
En nuestra labor de fomentar la transferencia tecnológica en las industrias de Chile, hemos escuchado y vivido los típicos
desencuentros entre el mundo de la ciencia y el mundo de la empresa: que los plazos son distintos, que los objetivos son distintos por cuanto unos buscan el saber (papers) y otros, el crecimiento en las ventas, teniendo como premisa que muchas veces el riesgo o la incertidumbre son muy altos o que no tenemos las capacidades instaladas.
En SOFOFAInnova creemos que la naturaleza de los diversos actores debe respetarse, y que todos los participantes del ecosistema valen lo mismo por igual, tanto los investigadores o científicos como empresarios.
Por ende, el desafío está en la traducción y ambiente propicio para la unión de los intereses.
¿Por qué no pensar en Chile como un polo de innovación en estas materias? Qué bueno sería tener un Premio Nobel científico chileno. Qué bueno sería tener empresas chilenas líderes a nivel global.
Nuestra experiencia nos ha mostrado que la transferencia tecnológica funciona bajo un fenómeno social de confianza, mucha motivación y colaboración. Ella se inicia, por un lado, cuando existe presión por innovar y un líder visionario, es decir, cuando se ofrece al mercado soluciones nuevas que permitan la diferenciación. Y por el otro, cuando los investigadores vibran con la utilidad que su conocimiento podría impactar positivamente las vidas de muchas personas.
Sin embargo, para transitar desde el deseo hacia la acción o activación de proyectos de investigación y desarrollo (I+D) se requiere de estrategias y herramientas que den apoyo para unir los lenguajes, objetivos y tiempos de ambos mundos.
Creemos que algunos aspectos críticos para tener una mayor actividad de transferencia tecnológica en nuestra cultura local de innovación es la generación de espacios de confianza, la inversión en nuevas habilidades técnicas y de gestión, fórmulas de financiamiento para la exploración de nuevas oportunidades de desarrollo tecnológico, la conformación de equipos multidisciplinarios a lo largo de todo el proceso de I+D y la chance real de testear los prototipos en la industria.