Por Alejandra Clavería
“En Chile hay un nivel científico elevado, se hace muchísima investigación, pero no hay incentivos suficientes para traducir esa investigación en productos beneficiosos para la sociedad que tengan valor comercial”, afirma Bertold Fridlender, miembro de la red ChileGlobal y presidente y CEO de la empresa Nutrasorb, encargada de concentrar los fitonutrientes de las frutas y verduras en los alimentos.
A juicio del experto, quien también ha sido académico de la Universidad Rutgers, en New Jersey, Estados Unidos, y del Hadassah College of Technology de Israel, nuestro país tiene enormes posibilidades de desarrollar una industria biotecnológica en el ámbito alimenticio, cosmético y de la salud, pero su mecanismo de transferencia es aún deficiente y “debe potenciarse”. “No existe la investigación básica y aplicada: hay investigación y aplicación de la investigación. Esto último es lo que se debe potenciar para contribuir a la transferencia tecnológica”, dice.
Por ello, en conjunto con las autoridades locales, Fridlender está buscando fórmulas para promover la experiencia de Nutrasorb en Chile e implementar nuevas tecnologías que permitan, por ejemplo, identificar y estudiar plantas que puedan utilizarse como antibacteriales o antivirales naturales y que no requieran equipos de laboratorio muy sofisticados.
“El 25% de los fármacos que existen en el mercado es de origen botánico. Por esto es que en su calidad de país agricultor, Chile tiene un enorme nicho que explotar en esta área”, señala el especialista.
Agrega que también “podemos crear productos que sirvan a la salud y bienestar de las personas, como un alimento que provenga de la uva, manzana, canela o arándano, pero que separe los azúcares de sus ingredientes activos y pueda ser consumido por diabéticos. En general, la idea ha sido concentrar en una matriz proteica comestible, productos que tienen beneficios para la salud y ese ha sido un proceso bastante exitoso”, afirma.
Fridlender recalca que la biotecnología ha tenido un impacto importante en el entorno, permitiendo el desarrollo de variadas técnicas científicas que antes no existían, y por ello potenciarla en un país como el nuestro resulta clave.